Hablar de mi género es hablar de sí misma, pero también es hablar de cada una de las mujeres que conozco, las de la familia, muy importante, igualmente mis amigas que han dejado huellas imborrables en la memoria y en el corazón, las actuales que son fieles compañeras y revitalizan mi vida.
Somos un género especial, creación suprema de Dios, tiempo de oro que invirtió el Soberano para hacernos a hechura de su amor.
Con ese amor, además, Dios nos tocó el alma para que fuéramos del mismo modo, creadoras de otros seres, esos hijos que amamos infinitamente y que sobrepasa todo entendimiento. Su labor no quedó ahí, sino que también Dios proporcionó ese amor para compartir con una pareja ideal, incluso impartiendo elementales normas de respeto, admiración y lealtad.
Mujeres en el mundo se han destacado por su valentía, coraje, sabiduría y fiel a los principios de Dios.
En Venezuela, hemos tenido mujeres muy capacitadas que han dejado huellas en el aspecto social, económico y justicia, además una intachable valentía para enfrentar difíciles momentos políticos de tortura.
En este tiempo nos toca reconocer el caudal de aptitudes y actitudes que Dios le ha concedido a nuestra hermana venezolana, María Corina Machado. Interpreta el dolor, la necesidad, angustias y llantos de cada una de las mujeres, que en este paraíso diseñado por nuestro Creador, tenemos con la Venezuela grande, poderosa y dueña de infinitas bendiciones.
El día Internacional de la Mujer, no es un día más. Es un homenaje a todas nosotras en reconocimiento a la fuerza que nos impulsa llevar adelante compromisos e ideales insuperables. El mundo no existiría sin la gesta de la vida.
Damos gracias a Dios por colocarnos como mujeres, fieles, leales y ayuda idónea de los hombres. Gracias Señor, seguiremos cumpliendo con tu propósito.
susana.morffe@gmail.com
