lunes, 15 de diciembre de 2014

UN REGALO A QUIEN PUEDA ENTENDER

En esta época del año, pero en otro sistema de gobierno, todos los hogares de Venezuela se disponían a recibir la Navidad y Año Nuevo, apertrechados de regalos y alimentos para la celebración más genuina como el nacimiento del Niño Jesús y con las esperanzas abiertas para recibir un nuevo año cargado de proyectos y promesas.
La vida del venezolano ha involucionado tan de prisa que hoy recordamos con nostalgia aquellos años de gran prosperidad, muy poco apreciados y desvalorizados. Ante la avalancha de lo que pudo haber sido y no fue, cayó el velo y cuando asomamos el rostro, nos golpeó la pesadilla que a cada uno le ha tocado vivir, recordando el clamor de los ancianos de la época cuando decían: “qué tiempos aquellos”.

Hoy, retomando un poco las tradiciones, vamos a regalar, con lo poco que nos queda, algunas recomendaciones, para aquellos que están protagonizando el final escabroso de la historia venezolana, deseando tengan a bien merecer el 2015 y se reivindiquen con la patria.

Vamos a regalar un método eficaz de gran distribución, con dibujos que explican las limitaciones en el ser humano cuando le falta conocimientos para la materia que lo ocupa, especialmente el de saber gobernar. Sin duda este es un regalo repetido para todos los que apelan a la mentira y el engaño intentando cubrir sus carencias intelectuales. A la Fiscal General de la República, le vamos a regalar una balanza gigantesca para que aprenda a equilibrar la justicia en el país, que sin duda, es el punto frágil de todos los problemas agudos que cargamos.

El regalo más costoso, es un texto de bolsillo para los que custodian a los presos políticos, así como a los delincuentes, asesinos y drogadictos, para que terminen de aprender que solo en revolución los primeros son castigados y los otros tienen libertad para dominar a la patria que no les duele, siendo destruida igualmente por los mismos custodios responsables de la corrupción y el contrabando en Venezuela.

A los que van detrás del dinero, convertidos en la génesis de la prostitución en una suerte de obtener dinero fácil, se incluye profesionales y otros que sin preparación, también aspiran lo mismo porque la viveza ha sido y es su norte para conseguir, sin principios, lo que creen que se merecen. A ellos, les regalamos una intensa terapia de convivencia en una lejana y alta montaña donde aprendan a ser hombres de bien.

Nos despedimos de todos nuestros hermanos venezolanos, invitando a reflexionar con profundidad sobre lo que cada uno debemos hacer para defender y rescatar a Venezuela, el país que nos ha dado tanto. Reconocer que sin Dios, la vida vale muy poco y solo con él podemos lograr salir de las más angustiosas necesidades. Sepan que aquel que sembró al hombre en el mundo, tiene planes infinitos para todos los que en él creen y colocan los afanes en sus manos. Dios bendiga las buenas intenciones de cada uno y finalmente 2015 que sea el año para estrecharnos en un solo destino, con los hijos que estamos sembrando en amor por Venezuela.

@susanamorffe

lunes, 8 de diciembre de 2014

LA GOTA NEGRA

Con el tiempo se ha demostrado que los signados por el dramatismo durante su existencia en este mundo, hagan lo que hagan, su destino o vida se marca por malas o buenas decisiones, como una pauta dirigida para todos los seres vivos, países, comunidades y lo que se mueva solo o por la fuerza humana.

En Venezuela vivimos, hace años atrás, ciertos episodios protagonizados por los responsables del drama económico en el país, movidos por pasiones y errores, sin importarles un comino, la mayoría de las veces, el costo de sus decisiones. El tan acariciado y mal usado recurso natural no renovable de Venezuela, como el petróleo, está respondiendo a los llamados que hicieron algunos sabios criollos como Arturo Uslar Pietri sobre sembrar el petróleo. Eventualmente, nadie le hizo caso y hoy se desploma.
El preciado oro negro ha comenzado a cobrar todo lo que se decidió durante décadas. Es algo que se mueve y ha movido los intereses personales, no así de la colectividad en su justa medida, el “pasteloso” recurso está dejando a los “maestros del petrocidio”, sin asideros para detener la estrepitosa caída de los precios y por ende el sostenimiento de la economía dependiente. A ello se suma el monstruoso aumento del dólar, como si entre ambos existiera un complot para aniquilar el resto del país.

La amenaza, según los expertos, está latente y todo parece indicar que no habrá acuerdo entre los países integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleos (OPEP) para reducir la producción de petróleo y generar un aumento en el precio del barril. El tapón aumentaría más la crisis en Venezuela y se caería en otro dramático problema social, debido a las consecuencias del bajo precio en el mercado internacional, siendo la nación venezolana importadora de todos los rubros para subsistir.

Con todos estos ingredientes, queda claro que los motores del “auge”, están signados por la desgracia, el error y la derrota, hasta por una gota negra energética que convierte a Pedevesa vulnerable, incapaz de detener su estrepitosa caída, como ya vimos suceder la de otros anteriores. Lamentable, pero ese es el precio de la oferta y la demanda, como también de la causa y el efecto. Estamos a tiempo para ver y tener un futuro. Es el momento de dejar de ser peones manipulados como en juego de ajedrez.

@susanamorffe

lunes, 1 de diciembre de 2014

EL JUICIO DE SIMON

La tarea encomendada por el que se creía dueño del trono falló. Al actual heredero se le enredaron los hilos de la larga cuerda de responsabilidades atribuidas a un jefe de Estado, sin poder echarles la culpa a otros.

Si se estableciera un honorable tribunal en Venezuela para señalar lo bueno y lo malo que se ha hecho en los últimos años, sin duda, la justicia admitiría que el seleccionado no ha podido completar su tarea y razonablemente el acusado tendría que aceptar el fallo con humildad. Pero en este caso, hipotético, la gestión no pareciera enderezarse, puesto que el ocupante está desviado en hacer su soberana voluntad en detrimento de la caída del trono criollo o su castillo de arena.
En nuestra isla de Margarita se podría establecer penalidad por permitir que los ciudadanos duerman en la calle en colchonetas y hamacas, esperando una feria navideña para una cacería de artefactos y alimentos en un viernes endógeno, infame y además indigno. Máxima sanción por permitir que más de 100 niños de una escuela en el Municipio Arismendi peligren por aguas negras en el plantel.

Lo mismo ocurre con ex trabajadores de un organismo desaparecido, amenazando con cerrar los olores del vertedero de basura de nombre Piache o piche, sino le pagan sus prestaciones. Como también profesionales de la salud que denuncian ausencia de insumos e instrumentales en hospitales de Margarita, mientras 20 médicos integrales son enviados al continente africano para sumarse a la lucha contra el Ébola.

Se le acusa al régimen de haber extendido el contrabando en el país en todos los niveles, debido a un esquema económico que ha traído mayor pobreza, siendo acaudalado en leyes que finalmente no se llegaran a cumplir. Mayor corrupción en las dos sociedades que dividen a la nación, la sociedad política y la sociedad que sufre por las decisiones equivocadas de la política. El Libertador Simón Bolívar pronunció esta sentencia: “Todo aquel que fuese convencido de haber defraudado los caudales de la renta nacional… el robo y manejos ilícitos, será pasado por las armas y embargado sus bienes para deducir los gastos y manejo que originen”.

Muy grave es haber instaurado una forma de pena de muerte a más de 35 reclusos en una cárcel venezolana por envenenamientos. Todos los anteriores problemas, de alta gravedad, permiten suscribir, si todavía hay respeto por el juicio bolivariano que “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política”. Son, entre muchas, algunas razones para un juicio, pero fuera del área bolivariana porque también la devaluaron.

@susanamorffe