lunes, 18 de agosto de 2014

PIRATAS POR UN GRANO DE ARVEJA


Cierto que en el pasado la corriente comunista dejó resultados atrofiantes, negativos y traen a la mente recuerdos muy malos. Actualmente los que conforman la escuela de seguidores del régimen, no saben entender ni atender a los venezolanos. Tenemos un presente cargado de políticas e ideas anticuadas que no han dado resultado en el tiempo. Desde Carlos Marx hasta el difunto eterno, pasando por el anciano moribundo de Cuba, Venezuela se coloca en un pasado arcaico, absolutamente obsoleto, saturado de mentiras y escándalos económicos.
El régimen ha tomado una “arveja andante” para ser dirigida hacia los alrededores de la Asamblea Nacional, con un proyecto de ley para la comunicación social, cuyo contenido es abrir campo a los piratas y cerrar posibilidades a los periodistas con licencia para crecer y mantener la organización establecida desde la tercera y cuarta república y trastocada en la quinta, como lo han hecho con la compra de varios medios de comunicación, a través de otros guisantes. No con fines de mejorar, sino para destruir.
Según fuentes periodísticas con credenciales autentificadas, “el guisante” llega con un prontuario que incluye fama por su maltrato a los periodistas, por pagar sueldos miserables y por ser un experto en quebrar medios de comunicación. “Lo que busca con ese proyecto de ley es contar con un instrumento legal que le permita hacer sus marramucias”, agrega la fuente. Por algo se dice que el que guisa la primera, sigue guisando después.
La leguminosa en cuestión, fue parlamentario de Opina en la Cuarta República, estuvo involucrado en algunos casos de corrupción por préstamos del Estado que transfirió a sus cuentas personales y por el caso del decomiso de drogas a otro parlamentario de esa organización, llamado Hermócrates Castillo. En 1987 se comentaba que él fue quien lo delató, asegura la fuente.
Pero ahí no termina todo, resulta que “el guisante” preside una comisión con la que hace negocios con el Estado, para surtir de papel periódico a los diarios de provincia, incluido los de Margarita. El Estado le da la provisión, el guisador la distribuye y se gana su bicoca en cada entrega de insumo (papel) necesario para que los periódicos puedan salir a la calle.
Un individuo con un nombre y apellido poco común, además involucrado en situaciones irregulares, dice mucho de las cicatrices en su vida y lo que realmente ha hecho con ella. El “guisador” al hacer honor a su apellido, ahora se erige como el benefactor de las causas perdidas, para apoyar lo que ha sido una constante del régimen actual: Profesionales de la piratería en universidades con poco rango y sin colegiación con el propósito de ser iguales a la nefasta sociedad de profesionales en cautiverio de La Habana, Cuba.
Si debemos construir una patria nueva, la queremos con ideas innovadoras y vanguardistas en el campo de la comunicación, y no anacrónicas y populistas que solo sirven para remendar errores de la vieja escuela, pero esta otra no unifica de manera viable las diferencias humanas. Exigimos, respeto a nuestra labor de periodista.

@susanamorffe
susana.morffe@gmail.com

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