La oportunista UNASUR llegó a Venezuela con un intento de disminuir algunas dudas respecto a la fecha de las próximas elecciones parlamentarias, ahora para el mes de septiembre, si el CNE no mueve la fecha. Con esto se podría terminar la amenaza del régimen de suspenderlas por la baja popularidad del poder, consecuencia de falta de eficiencia y absoluta inutilidad.
Lo peor que le puede suceder a Venezuela es llegar a una guerra civil para dirimir el conflicto interno que existe en todas sus áreas y exponer las vidas de un país que suponemos razona al momento de lanzarse a la calle con ánimos de conseguir un cambio a la fuerza, dado que se demostró, más allá de la década actual, que la rebelión trajo la desgracia, el estancamiento y la penumbra de un sol que sostenía el brillo y dispensar el reflejo sobre el trabajo productivo y encaminar a la nación hacia los mejores resultados que los actuales.
Hablar o mencionar una guerra civil, salir a la calle a buscar la muerte apertrechados de piedras y palos, ante la artillería oficial cargada hasta de balas de goma para asesinar a un pueblo, es estar en la más patética desventaja que un grupo humano puede enfrentar ante las arbitrariedades de un régimen practicante de un holocausto sostenido en el tiempo. Por tanto, el voto es la auténtica y válida expresión para ganar la batalla. No tenemos seguridad si los que van a estar en la Asamblea Nacional, impuestos, serán los más idóneos, pero tenemos la Constitución en la mano para reaccionar ante los abusos y defender los derechos.
En el foro ofrecido recientemente por la Cámara de Comercio de Nueva Esparta, la participación del sociólogo Luis Pedro España, dejó un mensaje positivo, en cuanto a la vía razonable y adecuada para salir de la crisis. Con el mayor énfasis expresó que la salida se debía hacer mediante el voto y por ende la participación cívica ciudadana para emplear la mejor arma que tenemos, acudir masivamente a votar.
La creación de guetos, señalados en el foro por el sociólogo España durante la dura crisis que enfrento Perú a lo largo de 10 años, dio como resultado la protección nocturna de los ciudadanos amenazados por las actuaciones de “Sendero Luminoso”, cuyo líder finalmente terminó capturado en una fiesta y posteriormente muerto. De ahí en adelante, Perú, con el exterminio del grupo izquierdista maoísta encabezado por Abimael Guzmán, responsable de la muerte de 31.331 personas, logró el finiquito de años de persecución. La actividad del grupo terrorista y sus seguidores actualmente es casi nula, según las informaciones.
No obstante, Venezuela debe tomar como ejemplo estos hechos históricos ocurridos en Latinoamérica para enderezar su camino hacia una verdadera democracia. La unión y la participación de los electores con su voto es letal y la salida perfecta, sin confrontar al enemigo de la paz y solo valiéndonos de la mejor arma, la cual es la peor amenaza para ellos signados por la derrota ¿Por cierto, cuál es el modelo de gobierno que propone la oposición?
@susanamorffe
No hay comentarios.:
Publicar un comentario