OPINIÓN
Susana Morffe
Hay dos verdades que no se ocultan en la actual crisis venezolana. Un régimen que ha robado sin contemplación, y una población con más del 85% en contra del régimen, que día a día le lleva el tiempo contado y decantado a los que propiciaron la debacle de la nación.
Entre esas verdades se asoman otras, a veces tímidamente, otras de manera aplastante, para defender y acusar como venga el caso. Pero la que no se podrá ni se puede ocultar es la que conducirá el final de la era revolucionaria por el rechazo antes indicado. Si nos hemos encaramado en este caballo de Troya del siglo XXI por largos 18 años, es un lugar común tener cerca el fin de la amorfa democracia disfrazada de dictadura. No en balde “todo tiene su final, nada dura para siempre”, repite la canción de Héctor Lavoe.
Las complejidades de la cosa política hace ver ciertos movimientos “oscuros” para desmotivar y derrumbar las legitimas aspiraciones de un importante conglomerado del país, en su empeño de salir de la actual pesadilla que, los más reconocidos políticos mundiales consideran catastrófico, al decir del ex secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza, 'será mayor' si no se realiza este año el referendo revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro. Mientras que el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, declara: “va a venir el colapso de un día para otro y va a haber sangre en las calles y ningún venezolano va a estar preparado”.
Así como estas verdades, también se tejen otras mentiras como la que leí por estos días en un trabajo publicado por la agencia Reuters, (para algunos no es una fuente confiable por su tendencia política) titulado ¿Fuga de capitales? Refiere que los venezolanos son los principales compradores de casas de lujo en Madrid y Panamá. Cita como apoyo a su hipótesis al economista Luis Gavazut, seguidor del régimen, quien asume como lógico: "La compra de inmuebles es la primera opción para el blanqueo de capitales".
Maneja dos tesis: la primera es que el dinero proviene del enriquecimiento de un segmento de una parte de la población venezolana "gracias a las ganancias especulativas que tienen por el control de la economía que detentan". La segunda, más grave, es que los recursos son producto del saqueo de las divisas por parte de los empresarios, bajo el mecanismo de la sobrefacturación de importaciones.
Lo que no indica el trabajo publicado es quienes son los empresarios de marra, porque es harto conocido que en la llamada “cuarta republica”, estaban y algunos siguen en el “mercado original”, pero otros se convirtieron, de la noche a la mañana, en acaudalados empresarios gracias a la revolución, sin haber iniciado un medio de producción de tiempo de raíces y cosechas, más bien fue por las “bondades” del “socialismo”. Los de la “cuarta” quedaron raquíticos con el actual régimen, salvo vulgares excepciones; además, las importaciones las realiza el sector público.
Si la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se ha tomado su tiempo para deliberar cual debe ser su próxima jugada en el entuerto revocatorio, con sus señalados personajes en contra, la gente debe darle oportunidad a los personajes de la oposición a que diseñen su respuesta y las ejecuten. Al menos podemos contar con un grupo que nos defienda y de la cara. Lo contrario será salir al ruedo y enfrentarnos con la contraparte equipada hasta los dientes, cuyo único propósito es exterminar, con las consecuencias gravísimas para ellos y evidentemente las muy lamentables para los que se enfrentan.
A los militares solo les gusta mandar, hacer negocios turbios, repartir y compartir entre ellos y liquidar los obstáculos. Para eso fueron entrenados en esta etapa “republicana”.
En la isla de Margarita recientemente se vivieron episodios de tales abusos con lo ocurrido en el sector Villa Rosa y la citación del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) al Alcalde del municipio Mariño, Alfredo Díaz y otros políticos de la entidad, lo que resultó como una acción de hostigamiento, más las formas abusivas de despreciar a los margariteños con servicios y suministros, y ofrecerlos a un grupete de invitados internacionales en una cumbre que dejó más penas que glorias.
Entre verdades y mentiras los venezolanos conscientes sabemos hacia dónde se inclina la balanza cuando se intenta defender lo indefendible, sin embargo se apuesta con todo, a la salida honrosa de un país llevado a la quiebra con una miseria cuestionada por el mundo.
Todo esto para significar que entre bandos hay mucha tela que cortar y el pueblo o los ciudadanos lo reconocen. Por ahora ha tocado ser el relleno de la gigantesca hamburguesa creada en Venezuela para defender a la patria y sus habitantes, y la otra para aprovecharse de las circunstancias.
Que no sea un fastidio seguir luchando porque las grandes victorias se alcanzan con esfuerzo y voluntad. Vamos a seguir adelante con los verdaderos comprometidos y responsables de la MUD y los que no son quedaran al descubierto al final de la batalla por la libertad. La poderosa arma es de la gran mayoría de venezolanos con los votos para botarlos ya.
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