EL ENTORNO
En un país tan absurdo como Venezuela es otra payasada conformar
un “Grupo de Alto Nivel” para vigilar
las elecciones presidenciales. Una vez más la población queda burlada ante semejante
comiquita cuando todos, menos los que se hacen y pasan por ignorantes,
reconocen que el evento para la
coronación del 20M está listo.
Las garantías constitucionales han quedado fracturadas con la
ilegitima aprobación de figuras y organismos que no han cumplido con los
preceptos, sino por lo contrario lo han vulnerado por principios personalistas,
políticos y acciones ilegales, acomodaticias y por los que juegan a opositores.
Los venezolanos y el mundo saben la
procedencia.
Esos juegos electorales en los ámbitos nacionales y mundiales son
tan predecibles que lo único alarmante es cuando la población responde a las
tragedias que conocemos, violaciones, hambre, epidemias y muertes infantiles
por gobiernos insensatos en Venezuela y otras latitudes. La barbarie en Siria,
las matanzas colectivas en Estados Unidos, nada está oculto.
En la mayoría de los casos conocidos, ningún gobernante da el paso
de abandonar el poder, siendo reconocido por todos los gobernados que el mandatario no funciona, ni tiene
legitimidad y mucho menos empatía con el pueblo para responder a sus
necesidades.
Para enfrentar el despelote que han hecho los que ahora asoman la
cara al pretender guiar el destino de Venezuela, es abandonar sus pretensiones
de llegar al poder, con alianzas de dudosas figuras extranjeras para permanecer
en lo mismo, enriquecimiento personal, tajadas de buenos contratos, repartición
entre los amigos de lo ajeno y pago en efectivo por lealtad al proceso
ilegitimo. Por sus anuncios electoreros a cada uno se le descubre la costura.
Son individualidades que actúan como gente honesta y con
vergüenza, incluso se mueven como si formara parte de sus valores, sin embargo
carecen de ellas.
La anunciada abstención para el próximo 20 de mayo, día de la
coronación, se le quiere endilgar a la población y han sido los mismos actores
políticos que han contribuido a fomentarla. Es como desconocer que Venezuela
exporta refugiados, inmigrantes y ciudadanos desprovistos de calidad de vida.
Esa realidad se ha hecho evidente por las políticas absurdas y personalistas
que han surgido y surgieron en el país.
Despierta más entusiasmo en Venezuela la boda real del 19 de mayo
entre Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, que la
coronación del 20 en Venezuela, la primera es el sueño de muchas y el día
siguiente es la pesadilla de todos acudir a votar por los chiflados.
El país carece de una visión amplia y la población se alegra
cuando aplican sanciones foráneas a individualidades que ya sabemos cómo han
actuado dentro y fuera de Venezuela. Es la llamada alegría de tísico, respirar
un poquito y saber que la muerte es inminente. Se trata de alimentar esperanzas
en un país donde no existe justicia.
Venezuela espera transición pero hace falta aplicar acción para terminar
con el regateo de sueños: si yo fuera renunciaría,
si yo fuera no votaría, o me iría del país pero aprovecharía las dádivas del régimen
para “agarrar así sea con fallas”. Esa pobre percepción de identidad consume el
país y es tan triste como quedarnos en el limbo con una carga de enfermedades
físicas y mentales.
@susanamorffe