viernes, 27 de julio de 2018

ENTREVISTA




Henry Jaspe enfrenta la seguridad con el conocimiento y poder

Como defensor de los Derechos Humanos y Director de Seguridad Ciudadana y Orden Público en la Gobernación del estado Nueva Esparta, se plantea el reto del cambio con el poder que da el conocimiento

Por estos días el abogado Henry Jaspe, Director de Seguridad Ciudadana y Orden Público en la Gobernación del estado Nueva Esparta, se encuentra ejecutando medidas institucionales para llevar a cabo su más alto propósito en el cargo, y es lograr la seguridad en la entidad insular, junto a organismos y entes subalternos comprometidos a establecer unidad y conocimientos, con el fin de alcanzar ese poder traducido en la búsqueda de la tranquilidad y paz de los ciudadanos.

No fue en balde que Jaspe motorizó dos importantes grupos en isla de Margarita para la defensa de los Derechos Humanos. Avalado por su experiencia liderizó “Nueva Esparta en Movimiento” y “Monitor Social”, junto a compañeros que llevaron adelante un trabajo de hormiga, el cual permitió una visión idónea en el estado.

Atraído por el proyecto de gobierno de Alfredo Díaz, Henry Jaspe sincronizó sus estrategias con las ideas de cambio del gobernador y así llega al cargo para fortalecer la seguridad ciudadana.

“En la coyuntura país siento que no es la idea quedarnos sentados en una silla reclamando soluciones a otros, creo en la coparticipación ciudadana como vigilante de los derechos humanos en Nueva Esparta; se abrió la posibilidad de llegar al gobierno del estado, un gobierno de cambio y participativo y mi presencia es la mayor muestra, así lo encomendó el gobernador Alfredo Díaz, que fuera un defensor de los derechos humanos para buscar el equilibrio. Siento que abandoné quizás formalmente mi tribuna anterior como activista, pero no de corazón –prosigue- tratamos y hacemos los esfuerzos para generar el cambio que Nueva Esparta se merece”.

-Qué características debe tener un civil para ocupar este cargo, anteriormente era ejercido por un comisario.
-Primeramente debe tener un conocimiento pleno tanto de la legislación del estado Nueva Esparta como de la legislación venezolana, además un conocimiento pleno de los ciudadanos que hacen vida en la región sobre sus realidades, debilidades, fortalezas y especialmente de sus problemas. Haber formado parte de los grupos de derechos humanos me ha dado una visión distinta a la que tiene un funcionario policial.

-Como por ejemplo…
-Por ejemplo cuando una persona siente que se le cierran los caminos institucionales, como la  defensoría del pueblo, el ministerio público, del funcionario policial que lejos de ser su aliado en su situación de seguridad se convierte en un enemigo y a veces en un aliado. Hoy debemos hacer un justo balance, dirigir a esos funcionarios policiales y para ello hace falta entendimiento. Creo que el conocimiento es poder, en el actual siglo XXI mientras más conocemos más poderosos somos y conocer las dos caras de la moneda te da el poder de saber donde incidir, y si de paso va acompañado con la voluntad política que tiene el gobernador Alfredo Díaz de insistir definitivamente en un cambio a pesar del poco presupuesto, entonces la voluntad humana hace mucho más que el dinero porque a fin de cuentas el dinero es un invento humano.

El director de Seguridad Ciudadana y Orden Público está complacido, porque ha logrado sinergia con otros entes para llevar a cabo su propósito de mantener acuerdos respecto a la inseguridad en el estado Nueva Esparta.

 -Muchas personas que tienen responsabilidad de gobierno creen que sin presupuesto no se logra nada, -afirma- yo les hago un llamado porque lo importante es la voluntad, los recursos humanos y las ganas de hacer las cosas. Cuando trabajamos en un gobierno que en definitiva tiene condiciones lo importante es tener la voluntad política. Hoy puedo decir que hemos constatado la voluntad política del gobierno del estado Nueva Esparta representado por Alfredo Díaz, el gobierno municipal de Mariño representado por el alcalde Francisco González, un representante del gobierno nacional como es el director  del  VEN 911 y encargado de Iapolebne el coronel José Morales Quiroz, quien ejerce una suerte de vocería del ministro del Interior, Néstor Reverol y el gobierno nacional. Con ellos, hemos concertado que todos debemos trabajar por la seguridad y alejados de la política, conocer donde se ha fallado, donde se han rotos las cadenas y trabajar en una seguridad unida.

-¿Margarita sin delincuencia?
-Pudiera decir sin temor a equivocarme que los ciudadanos del estado Nueva Esparta,  van a notar los cambios en materia de seguridad en un periodo muy corto, se van a ver cambios notables porque hay unión entre los factores que están manejando la seguridad, todo gracias al reconocer lo que dice nuestra propia Constitución nacional, el respeto a las competencias, a las personas y la igualdad frente a la ley. Eso es la génesis de lo que necesita un funcionario público.

-¿Dejó algo pendiente como activista y ahora quiere lograrlo como funcionario público?
-Pienso en la formación y el empoderamiento a través de lo que son nuestros derechos y deberes como ciudadanos, dos aspectos que deben formar parte de los organismos de seguridad del estado, llámese policía, protección civil, bomberos, grupos de guarda vida o prefectos. Son esas responsabilidades que tenemos en esta Dirección de Seguridad Ciudadana y a través de los prefectos dándoles el mensaje o instrucciones para que los ciudadanos sean atendidos en igualdad de condiciones y que todos reciban la posibilidad de ver satisfechas sus pretensiones válidamente formuladas sobre el acceso a la justicia. Igualmente encontramos una policía del estado Nueva Esparta intervenida, sin embargo, los encuentros con los cuerpos policiales son positivos, quizás en otras partes del país eso no se está haciendo, pero en Nueva Esparta lo estamos logrando con franqueza, respeto y con sinceridad de propósitos. Como ciudadano me siento comprometido a dar la batalla en los espacios y en el que nos ha tocado ha comenzado a dar frutos.

-Ese conocimiento y poder, permitirá que la delincuencia se llegue a transformar.
-En el tema de la delincuencia lo que la gente percibe es el resultado final de una persona que hurta una bomba de agua, de otra que pasa horas esperando el transporte y le arrebatan el celular. Esa es la dimensión, pero el tema de la inseguridad es mucho más profundo, es un tema de sembrar valores y por cierto es uno de los programas que tenemos en la gobernación. Insisto, los pasos que estamos llevando a cabo de reuniones, contactos y de respeto, comienza a romper las barreras que generan las anarquías. El éxito que se pueda lograr es de todos los ciudadanos y de los cuerpos de seguridad. El cambio está en entender la dimensión del delito, criminológica y etimológicamente; es decir, la propia esencia del delito para poder combatirlo, no con efectismos, no con alcabalas, tampoco operativos relámpagos que pudieran funcionar como elemento de seguridad, sino más bien ir al sustrato y sobre todo, en un ambiente de cordialidad y de respeto interinstitucional, donde lo político no sea lo prevalente, esas son las ganancias de todo este trabajo.

-Todos deseamos el éxito en materia de seguridad ¿Qué diría si usted lo logra?
-Como ser humano o como me enseño mi familia, se debe tener propósitos y mi propósito de vida comenzó en los años 90 cuando ingrese en la Universidad Central de Venezuela, me hice abogado, de niño estudie en escuelas y liceos públicos, mi educación fue pagada por el Estado venezolano, toda mi educación se la debo a Venezuela. Este propósito de devolverle a mi país, mi familia, hijos, vecinos y a todos los que hacen vida, es apenas una pequeña gota de lo que recibí. Poder servirle al país y sentir que no perdí el tiempo, es incidir en el cambio a pesar de no contar con la capacidad operacional sobre el cuerpo de policía en el momento histórico que vivimos.  Es poder decir a mi familia, estoy cumpliendo, logré el éxito.

@susanamorffe

viernes, 20 de julio de 2018

ENTREVISTA




Filomena Moya: El politólogo es el médico de la sociedad

Lleva más de una década trabajando para la Gobernación del estado Nueva Esparta,  en intervalo por razones de transición política, y de retorno como el ave fénix para continuar en su emprendimiento profesional e institucional.
Es Filomena Asunción Moya Acosta, politóloga, egresada de la casa que vence las sombras, Universidad Central de Venezuela en el año 1994, fue luego de intentar estudios de idiomas modernos y en periodo de prueba de adaptación de Margarita a la ciudad de Caracas, cuando se proyectó hacia las carreras humanísticas, siempre en la UCV al igual que sus hermanos, para iniciar estudios en Ciencias Políticas.
Es una mujer cultivada en un núcleo familiar con tradición en la ciudad de La Asunción, capital del estado Nueva Esparta, con abuelos que fueron dirigentes políticos, activistas y fundadores del partido Acción Democrática en la entidad insular.
“En mi casa lo que se hablaba era de eso, aunque mi mamá siendo educadora,  decía que era apolítica, todos nos sentábamos a opinar, no se podía estar exento y éramos muy activos. Esos genes ya estaban demarcados y es lo que me llevo a donde estoy actualmente”, comenta con cierto orgullo.
Empeñada en vivir en las residencias ubicadas en la universidad, comienza su hazaña de conocimientos en los intrincados caminos de la política, con la bandera de la idiosincrasia regional, dividida entre los grupos de compañeros de oriente, centro y occidente.
“Estaba clara en estudiar Ciencias Políticas, pero no por la politiquería, -precisa- sino como profesional para analizar, para eso tuve profesores muy valiosos como Ricardo Combella, Carlos Romero, entre otros;  iba buscando en esos profesores hacia donde quería estar, y ellos fueron pioneros en su carrera y sembraron esa formación, no como un trampolín para llegar a la política, como deberían hacer muchos, sino para hacer verdadera políticas públicas”, recordó.

-¿Cómo defines al politólogo?
- Para mí es el médico de la sociedad, es el que dice cuáles son los síntomas y de acuerdo a ello va a hacer un diagnostico.  Nos acostumbraron a focalizar varios escenarios para analizar lo que ocurre dentro del entorno en el aspecto social, con autoridad para decir lo que va a suceder.

Filomena Moya recuerda una experiencia, cuando le correspondió preparar una campaña para un candidato.  “Lo primero que le pregunté al personaje qué era lo que quería hacer y me respondió: lo que quiero es llegar, le respondí que si quería llegar sin ninguna propuesta, le aseguraba que llegaría, pero sin nada iba a terminar. ¡Ah caramba!, que interesante, yo no lo veía así”, me contestó.

Para ese momento, Filomena armó un buen equipo, realizó encuestas y estadísticas para medir la opinión y otros se encargaron de pulir la imagen del candidato y convencer a la gente. Lo que no quiso revelar Filomena quién fue ese candidato. Al parecer es su secreto de estado profesional.

-Como médico social, ¿Qué tipo de diagnostico puedes hacer del país en estos momentos?
- Venezuela está en un proceso de terapia intensiva, estamos muy pero muy mal; sin embargo, dentro de esa sintomatología, siempre hay una luz, una esperanza que es la única manera de ofrecerle al paciente un cambio de actitud. Si todos nos uniéramos y nos  identificáramos mas para salvar el país, entonces diríamos que lo primero que debemos hacer es dialogar, sin importar el punto de vista ideológico o pertenecer a un partido político determinado. Se trata de enfocarnos hacia el objetivo y no es otra cosa que salvar el país,  unificar criterios y estar dispuestos a cambiarlos, porque no es lo mismo tener una idea que llevarla a la acción. No podemos seguir esperando por un mesías  o alguien que nos va a solucionar, no es así, todos tenemos que aportar nuestro grano de arena de una manera que se vean los resultados, no desde tu casa, oficina, es algo que va más allá.

- ¿Cómo aplicarías esas altas dosis de unidad para que se produzca la curación de la crisis?
- En sentido figurado, aplicaría un electroshock para sacudir y buscar una reacción, porque todos estamos como en una anomia, convertidos en autómatas, solo nos quejamos del caos. Se trata de quien será el primero que va a dar la pauta; por ejemplo, esta calle la voy a cerrar, paralizar en mi lugar de trabajo y decir qué vamos aportar, es en ese momento cuando todos en conjunto en la administración pública, privada, empresarios, sociedad civil, debemos decir de una vez por todas qué vamos hacer.  Hay que abandonar ese criterio del ciudadano de a pie, porque todos somos ciudadanos de a pie, lo que cambia es cómo vamos hacerlo, debe llegar el momento de no seguir aparentando que todo está bien cuando todo está mal. Le hago el llamado a los dirigentes políticos, que se quiten esas ansias de elecciones, no se trata de eso, no se dan cuenta que la gente no quiere participar porque todos los políticos están trabajando por sus intereses personales, cual es el puesto que voy a ocupar o cual me van a dar. Es fácil llegar, pero las comunidades esperan respuesta y ahí es donde está la sintomatología letal, porque si no hay recursos no hay proyectos.

-¿Será entonces que a los venezolanos les falta creatividad?
-El venezolano no es que no tenga creatividad, al contrario son tan innovadores, creativos, emprendedores. Fíjate, si uno va y abre el panorama internacional en cualquier parte vas a encontrar a un venezolano, haciendo desarrollos, son muchos los que consideran bueno tener a un venezolano trabajando en su país. Tenemos muchos y grandes potenciales, el problema está en que a los dirigentes políticos etiquetados hay que eliminarlos, para que se conviertan en venezolanos autóctonos que quieran a su país.

-¿Cómo una mujer preparada como tú no ha dado el salto hacia otras posiciones?
-El asunto es que no ven al politólogo como un asesor, como alguien que da las pautas de lo que se puede hacer para lograr el objetivo, sino más bien lo ven como una competencia, como alguien que te va a desplazar o te quitará el puesto cuando realmente podemos trabajar unidos, hay otros que no quieren escuchar las verdades y uno queda convertido en adversario. Piensan entonces, no me conviene esta persona porque me dice lo que debo hacer.

Filomena trabaja en la unidad de Planificación en la Gobernación del estado Nueva Esparta.  Se ha involucrado en una buena cantidad de proyectos.

-¿Se han plasmado esos proyectos, han escuchado tus sugerencias?
 -En estos momentos estamos paralizados por la situación de crisis país, pero en otras oportunidades si hubo más acción, íbamos a las comunidades para dar orientación, crecimiento personal, llevarles propuestas para que la gente en su mismo sector no esperara a que llegara alguien a resolver sus problemas. Por ejemplo, si hay una calle sucia, entre todos deben mantenerla limpia y las personas están prestas a escuchar y que trabajen de la mano con ellos. Fue maravilloso porque obtuvimos resultados, hubo sectores que servían de modelos a otros pueblos. Cuando se le da respuestas a las comunidades, la gente siempre te va a buscar, pero eso sí, sin engañarlos, somos canalizadores, orientadores y algo muy importante, hacemos seguimiento y control.

-¿Si te llamaran a participar para salir de la crisis en qué área estarías dispuesta a colaborar?
 -Lo primero que tenemos que hacer es levantarle el ánimo a los venezolanos, darles pautas para que esas personas mejoren su autoestima y luego insistirles que cada uno tiene potencial, ver en que se puede desarrollar cada uno y cuáles son sus talentos y cómo los pueden aplicar. Yo deseo que el estado Nueva Esparta sea pionero en ese sentido, para decirle al mundo y al resto de los venezolanos que si podemos salir adelante. Vamos a dar el primer paso y la fórmula es, unidos, comerciantes, sociedad civil, médicos, enfermeros. La unidad no es una utopía, es salir a luchar unidos y tener la oportunidad de que Nueva Esparta salga adelante. Estoy segura que cada estado está esperando quien va a dar el primer paso, entonces vamos a empezar por Nueva Esparta.

@susanamorffe