viernes, 24 de enero de 2020

Opinión: Dinero sin valor


Dinero sin valor 

Por: Susana Morffe

Sin producción no hay dinero que valga, es una regla de la economía, ciencia que estudia cómo administrar la escasez y evidentemente, es utilizada por el régimen de todas las formas, sin resultados, porque su paranoica ideología no permite avanzar con un país lleno de recursos esperando su idónea utilidad.

En el importante escenario del  Foro Económico Mundial realizado recientemente en Davos, Suiza, en primer lugar los asistentes quedaron decepcionados por los escasos compromisos para actuar en relación al asunto climatológico, el cual ocupó un lugar preponderante. Mientras, en el lado económico los especialistas concluyeron, tímidamente, que 2020 será mejor que 2019. Tamaña y pobre conclusión cuando observamos que el mundo está enloquecido con la situación de hambre, pobreza extrema y la corrupción al acecho. Siguen soñando.

Los casos en cada país de nuestro globo terráqueo son alarmantes. En Venezuela, por ejemplo, apenas voltear la cara por los precios que tiene a los venezolanos con los pelos de punta, amanecemos con un nuevo caso de persecución por la comida que conmovió a la gente sensata. Se conoció  la tragedia ocurrida en el cañaveral de La Carpeta, en Cagua, donde quedaron 12 personas fallecidas, entre ellos niños. Aprovechaban una quema y a la vez cazar conejo y alimentarse para matar el hambre y chupar caña. El incendio de vegetación los alcanzó y aplacó trágicamente sus intensas ganas de comer.

No sabemos que es peor, el hambre o la ignorancia, en ambas se dibuja la miserable existencia de los seres humanos olvidados, rechazados y muertos por gobiernos insensibles, avaros, usurpadores y asesinos. Esa es la escalofriante verdad.

El valor del dinero lo determina cada quien en el momento de poner en manos de otros su creación o producción, significa que el dinero sin producción no vale nada, llámese dólar, yuan, euros o el incipiente petro.

Continuar con la ciega y populista alharaca, predicada por los enfermos mentales cuando gritan al viento que el dinero arregla la vida sin hacer nada, se trata del crimen más diabólico que puede hacer un hombre o individuos. La verdad que asesinar a los asesinos no vendría siendo un crimen.

Si Venezuela continúa con su lucha política, sin medidas económicas contundentes no saldremos de la llamada pesadilla, la cual es una realidad que debe comenzar por ayudar a las personas a empoderar su existencia y aniquilar de una vez por todas lo que está estorbando.

En Venezuela usamos con frecuencia una frase para calificar o descalificar a una persona echona: “se cree la pepa de zamuro”, pero en estos momentos hace falta que una o varias personas puedan poner la guinda en la torta, sin echonería.

@susanamorffe



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