martes, 2 de junio de 2015

MARCHA + CARRERA = CRISIS

Tenemos políticos líderes que mueven masas por injusticias y hambre, otros por deporte. Es así la realidad y una pérdida de tiempo sacar análisis profundos cuando el pueblo acude a una convocatoria. En términos o lectura más simple, la concentración del sábado 30 de mayo en Caracas y el 31 en Margarita resultó una medición de liderazgo. En cada uno de los estados y países donde llegó la convocatoria lanzada por el líder Leopoldo López, entre rejas por más de un año, debido a los “caprichos diabólicos” de un régimen saliente, significó la gran bofetada para los que intentan dar un gol si patear la pelota.

Otra mejor traducción de la concentración de gente en las calles del país es la crisis estomacal, existencial y espiritual. Los venezolanos estamos cansados de jueguitos políticos donde impera el personalismo y abunda la división, una cuestión que nos ha arrastrado al punto de no retorno para enderezar a este país quebrado, violado y saqueado y ¿a quién le importó que la gente sufriera las calamidades que estamos padeciendo? Lo de Leopoldo López fue su golazo magistral sin un mitin previo, él mismo está padeciendo los estragos de la crisis judicial y su voz fue un llamado de auxilio.

El episodio de la monumental marcha del 30 de mayo, tal como lo dijimos, selló una hoja de ruta. El pueblo habló en la calle porque está cansado y hambriento, exige cambio radical. Ya basta de vueltas a la ruleta de los que se hacen ricos a costilla del régimen y el régimen saboreando la mano dulce de personajes opositores ¿Cuál es el punto inteligente de la complacencia? Se entiende que la gente acudió masivamente a la calle debido a que los opositores siguen cocinando negocios y apuntando hacia intereses que en nada involucran a la prosperidad del país. Es la jugada de pescar en río revuelto con buena ganancia para los pescadores. La marcha también fue una protesta por los que utilizan al pueblo como borregos para sus intereses particulares, adueñarse del país y convertirse en ricos sin pie de plomo.

Un día después, el domingo 31 de mayo en la Isla de Margarita se observó otro fenómeno pero deportivo, después de la convocatoria que hizo el Alcalde del municipio Mariño, Alfredo Díaz, con la participación, según sus pronósticos confirmados, de 15 mil personas. Sin duda, un récord para una competencia de carrera y caminata bien establecida en la región. Esas 15 mil personas no eran solo de Margarita, sino de otras entidades del país. No obstante, se atendió a la convocatoria por asuntos específicos y de interés: Premiaciones en metálico, descontaminación política y por ende hacer deporte dominical, aunque el deporte ha tomado carácter de desprestigio con los campeonatos olímpicos de corrupción.

También se ha interpretado que la masiva asistencia a la fusta deportiva de Porlamar, fue una medición del liderazgo de Alfredo Díaz con fines de continuar podando el camino a la gobernación del estado. Pero, escuchen los estómagos de los venezolanos, están sufriendo tal racionamiento que es válido ver en el deporte una salida a la crisis. A la gente hay que hablarle claro y no hacerle creer que el asunto es fácil, marchar o correr y ya tenemos el problema resuelto.

Por ahora no se tienen dudas sobre Leopoldo López y Alfredo Díaz respecto al liderazgo de cada uno sin tener la varita mágica. ¡Bravo por la marcha! ¡Bravo por la carrera!, pero si continuamos descargando todos nuestros problemas, errores y futuro en otros, seguiremos siendo unos infelices ciudadanos por no atreverse hacer otra cosa que marchar o correr arriados. Al venezolano aguerrido no le da la gana de entender y aceptar, por comodidad, que un venezolano con mayor o menor experiencia que otro no tenga la solución de los graves problemas que minan la existencia de los 30 millones de habitantes en el país.
Entre marchas y carreras evadimos el problema puntual sobre la vasta economía de Venezuela. Como el resto de los venezolanos estoy cansada, aburrida y a la vez indignada por el manejo que hacen otros de mi economía, la que nos pertenece por vivir en un país que debería ser libre y democrático, radicalmente manejan la economía a su antojo para enriquecerse y empobrecer a los ciudadanos. Quizás algunos tengamos o no la oportunidad de ver construir el país cuando el régimen actual desaparezca, entretanto, con o sin marchas y carreras, la juventud en el país está esperando sentada por un nuevo liderazgo, un cambio radical con puertas hacia el futuro.

@susanamorffe

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