sábado, 5 de septiembre de 2015

EFECTOS DE TERROR

Soledad y valentía es una decisión de ganancia y coraje personal

Lo más auténtico en este momento es que me causa una risa pobre tener que pensar en escribir el mismo día a día que vivimos los venezolanos. Es tan aburrida la pobreza que el tiempo pasa y nada se altera, nada fluye, es ir cayendo poco a poco en el fondo de un hueco sin fin. La esperanza, mente positiva y toda clase de frases y ejercicios que alimenten el alma para poder resistir es un plan B.

En apariencia la vida se ha vuelto rutina, sin embargo, en el fondo, se está tejiendo una red de grandes sucesos que van a ocurrir en pocos meses. Lo de la frontera y el estado de excepción en la práctica fue la salida de los “hermanitos” colombianos que alguna vez fueron adeptos al régimen y hoy dijeron que ni con los ojos vendados votarán a favor de nada que represente el régimen actual. No les respetaron sus derechos y fueron mal echados del país.
Les llegó la desgracia a los colombianos que apoyaron a la revolución y ahora desterrados por no plegarse al régimen. Pronto les pasará lo mismo a los ecuatorianos, bolivianos, chinos y los cubanos que hace tiempo dejaron en la nada a este país.

La estampida es universal, venezolanos y diversas nacionalidades también huyen del territorio por la precaria situación económica y descomposición social en una guerra silenciosa.

Entre la sabiduría callejera, un humilde taxista demuestra su claridad como los propios protagonistas del conflicto fronterizo colombo venezolano. Con absoluta seguridad el chofer comenta: “¡No juege!, esos colombianos que botaron de aquí fueron los que votaron siempre por Chávez y Maduro con las cédulas que les regalaron, también hay otros extranjeros que viven aquí por lo mismo ($%&#) cómodos. Lo del Táchira es pura pantalla, porque los que manejan el contrabando de gasolina, droga y todo lo demás, son los de la Guardia Nacional.”

“Dios nos agarre confesados”, respondí.

Más adelante tropiezo con otra persona que señala una nueva visión. “Aquí el orden lo va a poner una junta militar, ellos van a colocar en su lugar a cada uno, como cuando la refriega histórica de los años 50 y 80”. Pero los que conocen la verdad son los genuinos actores militares, siempre habrá un infiltrado cooperante.

La situación se ha puesto negra y el poder está corrompido de alguna forma, movimientos peligrosos en las líneas de mando, los sentimientos de solidaridad se fueron de este mundo. Cada quien anda bregando por su subsistencia y si alguno estorba lo eliminan a plomazo. Causas innobles y efectos de terror, ¿quién ganará? El pueblo sabe y decide por justicia soberana.

Gente cercana al régimen advierte que se debe andar con pies de plomo y cabeza fría. No se vislumbra a corto plazo una transición como en Guatemala. Faltan pocos días para nuevos anuncios, hallazgos y ruidos. Pobre Venezuela.

@susanamorffe

No hay comentarios.:

Publicar un comentario