sábado, 12 de septiembre de 2015

OBJETIVO, MATANZA Y DESTRUCCIÓN

“Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos.”
Simón Bolívar

El país y su gente se quedaron como un buque anclado o habrá que repartir cultura cívica para echar andar lo que nos queda. Es insólito que se escuchen lamentos tan insustanciales sobre la injusticia venezolana, la dictadura existente y el país en quiebra, como si se tratara de algo novedoso o reciente.

Los hechos ocurridos en la fenecida semana y los que se desarrollarán en pocos meses, no deja lugar a dudas de lo que se ha venido repitiendo durante los fatídicos 16 años de revolución. En ningún país del mundo los militares gobiernan bajo las normas democráticas. En otras palabras más claras, militar que es nombrado presidente de una nación es sinónimo de dictadura o dictador. Por lo tanto, pretender y hacer creer que estamos viviendo en democracia es una utopía comunista.

Estamos gobernados con las normas de regimiento militar, su justicia es una sola y las directrices son emanadas de un componente que se arropa con la constitución, pero se maneja con sus preceptos de tropa. Es normal para ellos que los dirigentes políticos sean condenados como lo hacen con un delincuente o peor. La “barrida” que sentenció la justiciera y muy premiada Barrientos fue el efecto de la voz de mando en el regimiento. Pensar en algo distinto es tan supino como creer que un militar y su regimiento pueden dar muestra de debilidad. Pues no, ellos imponen lo que consideran justicia bajo el control militar.

Lo que sorprende más es que a estas alturas los partidos políticos no son tal, sino más bien componentes de la milicia que rige la nación. Hace tiempo el presidiario de Voluntad Popular no solo es una piedra en el zapato para el régimen, sino para otro dirigente opositor de poder, es una verdad conocida por todos, lo que se desconoce es si se trata de un asunto de almanaque, senilidad vs juventud o algo más. Los lineamientos de partidos solo han quedado como forma acomodaticia para sobrevivir haciendo negocios con el regimiento y no es un secreto.

Hasta ahora no podemos contar con un político que exponga un proyecto de país, donde mencionen los indicadores económicos con los cuales el país puede echar adelante en aspectos esenciales como seguridad jurídica y social. No hay inversionista en el mundo que apueste por Venezuela, sencillamente porque no tenemos seguridad en el país de ninguna índole. Es como la persona enferma que presenta síntomas de deterioro físico y al hacerle un chequeo los resultados internos son más lamentables. Así está el país y los políticos de postín.

No es muy seguro que el próximo 6 de diciembre se consolidará el triunfo de la oposición, sería otra utopía necia. El régimen no va a mostrar síntomas de debilidad, harán lo que nadie imagina con el objetivo de mantenerse en el poder entrenados para la matanza y la destrucción. Lo sensato es estar precavidos y no continuar con las expresiones inocentes de afirmar que ahora sí estamos en dictadura. Señores, por favor, ya es hora de enseriar lo que tenemos por crisis.

La debacle que presenta Venezuela, no obstante, indica que en el país hay gente que sin interés político, sin ambición de poder, quiere y está dispuesta a aportar soluciones dentro de las comunidades, por el simple hecho de querer hacer para poder tener. Es lo contrario a no hacer pero si enriquecerse con la miseria de otros y las riquezas del país.

Apuesto que cualquier dirigente consciente, honesto o por empatía, podría dar un paso al frente para demostrar que en Venezuela con el recurso que nos queda, somos capaces de dar la batalla para salir del actual régimen. Solo se necesita visión y voluntad y en Ramo Verde están bastante claros, ¿dónde hay miedo? El que tenga aptitud se anota, Dios no permita que sea un sirio.

@susanamorffe

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