Regresó la virosis social con síntomas de amnesia debido al derrumbe de imágenes del ídolo de barro que es “trending topic” en las redes sociales por el llamado verdugo y salvador de la patria Allí, pero es Allup.
Entre la llamada Unidad y fuera de ella lo adversan, otros lo ven como el Juan Salvador Gaviota del libro más leído de Richard Bach. Lo cierto es que el espadachín de la justicia y gaviota que se esfuerza por cumplir el sueño de los venezolanos, avanza en tropel para reivindicar, quizá, aquel año 2005 cuando fue muy criticado por abandonar con todo el séquito el territorio conquistado. En su nueva estrategia recalcó que no mostrará las barajas, “que el Tribunal TSJ haga lo que les parezca, nosotros aquí sabemos lo que estamos haciendo”.
Entretanto los seguidores de la revolución con rabo de paja y feos expedientes en la milicia y en actuaciones públicas, se resisten a recordar cuando el locuaz difunto calificaba de “escuálida” y “majunche” a la dirigencia opositora del país. Pero la realidad la disfrutan con el reinado que les dejó en sus últimas horas de existencia en esta tierra que lo vio nacer en Sabaneta, y como si se tratara de un monarca, anunció una herencia foránea que jamás ha recibido país alguno del planeta. Evidente, era su golpe bajo hacia la vida que le tocó y la misma con un rol omnipotente, ahora comenzó a cobrar sus pestilencias actuaciones marcadas con el símbolo químico: S.
Tampoco quieren recordar o se hacen los locos desenfrenados, esa huella del ídolo de barro con sus expresiones de alto calibre, peor aún sus acciones cuando ordenó profanar la tumba y osamenta del Libertador de la Patria. Semejante locura es y seguirá siendo una maldición hasta vengar su nombre, figura y sepultura. Recientemente para deslastrarse de la metida de pata y en un típico distanciamiento de la realidad, con el chip dañado, los profanadores han hecho un acto de desagravio a la falsa imagen del Libertador Simón Bolívar, la original sigue vigente y pertenece a su autor José Gil de Castro, refrendada por el mismísimo prócer.
Pero las pasiones han vuelto a causar turbulencia y el clan entra en negación con el locuaz ídolo caído, se les olvidó cuando soplaba un pito al tiempo de expresar con su gruesa voz llanera, ¡Fuera y gracias por sus servicios!, ese fue el despido colectivo para los empleados estrellas de la floreciente empresa petrolera venezolana de aquellos tiempos, hoy convertida en una bodeguita que vende hasta lavaplatos y el precio del barril en el foso. Los expertos en petróleo fueron convertidos por la revolución en buhoneros para poder sobrevivir.
Mucha agua putrefacta fluyó debajo del puente y llegó el Cuartel de La Montaña, convertido en un mausoleo, ahora debería servir como un hospital para tantos niños venezolanos que requieren de urgente atención médica. Ese debe ser el camino del socialismo una barra sin marca en el fin del mundo por su impotencia política y arcaica para resolver los enormes problemas que padecemos en Venezuela.
Con la virosis social en retorno y a juzgar por los acontecimientos desarrollados, no hay duda que estamos frente al inicio de una guerra a paso de vencedores, se derriban imágenes falsas y los que la sienten la lloran porque no han despertado de su pesadilla “on the rocks”, caminan sonámbulos obsesionados por una Venezuela que les da de comer sin trabajar.
A la bancada les dolerá en lo más profundo el despojo de negocios inescrupulosos, propiedades, bienes de dudosa procedencia y el botín narcótico en su personal centrífuga salvaje. Todo será destapado porque el ciclo debe continuar, es tiempo de acabar con aquello que empezó mal e inexorablemente caerá lo que debe caer porque lo malo no es ser rico, lo malo es no tener memoria.
Los que conocen de los cambios y ciclos de vida consideran que intentar desviar el rumbo natural de los acontecimientos en el actual ciclo por cerrar, es aventurarse a una lucha peligrosa y sin sentido, lo que ha de consumarse será y es irreversible. “Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir”, dijo alguna vez Fernando Savater.
Ante la fragilidad y nuevo enfoque del escenario que presenta Venezuela, estamos en la hora menguada, donde tenemos que colocar en primer plano la vida, arrebatada por el hampa, el derecho a la alimentación, disminuida por un sistema prosaico, y la salud, devastada por la indolencia de un régimen integrado por improvisados.
Venezuela se encuentra a lo largo de los últimos diecisiete años inhabilitada en el manejo complicado del poder y abarca los sistemas de producción, justicia y servicios. Ahora más de una mitad de venezolanos conscientes les recuerda a los hombres y mujeres del régimen que la justicia los alcanzó y mientras se reparten lo que queda de la herencia, una voz de ultratumba resuena: “Compañeros, los objetivos que nos hemos trazados no fueron logrados” ¡ESTAN EXPROPIADOS!...¡LLEGÓ EL CAMBIO!
@susanamorffe
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