TESTIMONIOS RELEVANTES
Susana
Morffe
Para
tener una testificación aproximada sobre cuál fue el año más difícil para la
libertad de expresión en Venezuela, consultamos a Google y encontramos un
análisis de “Espacio Público” de Enero-Septiembre 2017, a través del cual “se registraron seiscientos treinta y cuatro casos/situaciones en las que se vulneró el derecho humano a la libre
expresión, lo que corresponde a un total de ochocientas ochenta y siete
violaciones. Esto representa un aumento del 259% respecto
al mismo periodo del año 2016.
Perpleja pero a la vez inconforme me rindo ante la curiosidad, porque lo más deseable es conocer la verdad actual aunque resulte difícil aceptarla por las diferentes secuelas que ha provocado la vigente alteración del orden
constitucional, el hambre, falta de medicinas y corrupción.
Nos damos cuenta de las marcas que apuntan hacia una persecución con los medios y periodistas.
Nos damos cuenta de las marcas que apuntan hacia una persecución con los medios y periodistas.
No se puede dejar a un lado, los atropellos físicos a los periodistas que se juegan la vida en las calles peligrosas de Venezuela, en su deber profesional de ofrecer la noticia diaria a la población. Presos o amordazados.
En nada ha mejorado la censura, antes por lo contrario, se ha
recrudecido el o los síntoma(s) de la sociedad descompuesta, hasta llegar a los recientes bloqueos del régimen contra la página digital del diario El Nacional, y otros
portales como el Pitazo, la Patilla y Tal Cual. Es la censura propia de
sistemas dictatoriales.
El año 2018 ha estado contaminado de acontecimientos nefastos
contra la prensa en general, muchos medios paralizaron sus rotativas por falta
de papel, otros pasaron de diarios a semanarios, incluidos los desaparecidos y en
la debacle se ubican los que siguen arrodillados para sobrevivir, los
radioeléctricos en similar condición y pendientes de algún nuevo zarpazo que se
sume a las estadísticas de más de cien emisoras fulminadas en el territorio
nacional, así como operadoras de cable inactivas en veinte años de revolución.
En honor a la verdad, este año se oscurece la efemérides del 27
de junio, Día del Periodista, pero la resistencia obliga a permanecer con las
botas puestas para conmemorar la aparición del Correo del Orinoco que circuló
desde el 27 de junio de 1818
hasta el 23 de
marzo de 1822, durante la Guerra de
independencia de Venezuela, creado por Simón
Bolívar como órgano
propagandístico de la Tercera República de
Venezuela.
Nos encontramos en la Quinta República y el retroceso para
sostener un medio de comunicación es palpable, desde la óptica ética,
tecnológica y conceptual.
Nada
más aburrido que felicitarse, entre unos y otros por el día del periodista, con
la cara jalada por tristeza y frustración.
De
hecho, hay una preocupación existencial por el futuro de los medios tradicionales ante la
avalancha tecnológica, la gruesa migración que se ha llevado a talentosos
periodistas hacia otras tierras o los que han volteado los ojos para ocuparse -algunos entre el éxito y el fracaso- en actividades que permita logros personales y
económicos tan necesarios por estos días de tanta escasez, falta de seguridad y
sueldos miserables.
El
monopolio de los medios sigue en aumento del lado contrario a la auténtica y
legitima libertad de expresión, y se observa la dirección que muestra la posteridad para
escribir, opinar y transmitir noticias en un país encadenado, con el atributo de engaño al público.
Quienes
se van a otros rumbos, los que se fueron
durante la batalla profesional, así como los que se quedan, son héroes de la
información, buscando continuar su proyecto de vida, tal vez nuevos horizontes de mejores y mayores
retos…
No sé si podamos continuar escribiendo…quizás aumente la restricción mañana...amanecerá y tampoco sabemos si lo veremos.
No sé si podamos continuar escribiendo…quizás aumente la restricción mañana...amanecerá y tampoco sabemos si lo veremos.
@susanamorffe
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