miércoles, 20 de junio de 2018

RÉCIPE DE CENSURA


TESTIMONIOS RELEVANTES
Susana Morffe

Para tener una testificación aproximada sobre cuál fue el año más difícil para la libertad de expresión en Venezuela, consultamos a Google y encontramos un análisis de “Espacio Público” de Enero-Septiembre 2017, a través del cual “se registraron seiscientos treinta y cuatro casos/situaciones en las que se vulneró el derecho humano a la libre expresión, lo que corresponde a un total de ochocientas ochenta y siete violaciones.  Esto representa un aumento del 259%  respecto al mismo periodo del año 2016.

Perpleja pero a la vez inconforme me rindo ante la curiosidad, porque lo más deseable es conocer la verdad actual aunque resulte difícil aceptarla por las diferentes secuelas que ha provocado la vigente alteración del orden constitucional, el hambre, falta de medicinas y corrupción.

Nos damos cuenta de las marcas que apuntan hacia una persecución con los medios y periodistas. 

No se puede dejar a un lado, los atropellos físicos a los periodistas que se juegan la vida en las calles peligrosas de Venezuela, en su deber profesional de ofrecer la noticia diaria a la población. Presos o amordazados.

En nada ha mejorado la censura, antes por lo contrario, se ha recrudecido el o los síntoma(s) de la sociedad descompuesta, hasta llegar a los recientes bloqueos del régimen contra la página digital del diario El Nacional, y otros portales como el Pitazo, la Patilla y Tal Cual. Es la censura propia de sistemas dictatoriales.

El año 2018 ha estado contaminado de acontecimientos nefastos contra la prensa en general, muchos medios paralizaron sus rotativas por falta de papel, otros pasaron de diarios a semanarios, incluidos los desaparecidos y en la debacle se ubican los que siguen arrodillados para sobrevivir, los radioeléctricos en similar condición y pendientes de algún nuevo zarpazo que se sume a las estadísticas de más de cien emisoras fulminadas en el territorio nacional, así como operadoras de cable inactivas en veinte años de revolución.

En honor a la verdad, este año se oscurece la efemérides del 27 de junio, Día del Periodista, pero la resistencia obliga a permanecer con las botas puestas para conmemorar la aparición del Correo del Orinoco que circuló desde el 27 de junio de 1818 hasta el 23 de marzo de 1822, durante la Guerra de independencia de Venezuela, creado por Simón Bolívar como órgano propagandístico de la Tercera República de Venezuela.

Nos encontramos en la Quinta República y el retroceso para sostener un medio de comunicación es palpable, desde la óptica ética, tecnológica y conceptual.

Nada más aburrido que felicitarse, entre unos y otros por el día del periodista, con la cara jalada por tristeza y frustración.

De hecho, hay una preocupación existencial por el futuro de los medios tradicionales ante la avalancha tecnológica, la gruesa migración que se ha llevado a talentosos periodistas hacia otras tierras o los que han volteado los ojos para ocuparse -algunos entre el  éxito y el fracaso- en actividades que permita logros personales y económicos tan necesarios por estos días de tanta escasez, falta de seguridad y sueldos miserables.

El monopolio de los medios sigue en aumento del lado contrario a la auténtica y legitima libertad de expresión, y se observa  la dirección que muestra la posteridad para escribir, opinar y transmitir noticias en un país encadenado, con el atributo de engaño al público.

Quienes se van  a otros rumbos, los que se fueron durante la batalla profesional, así como los que se quedan, son héroes de la información, buscando continuar su proyecto de vida,  tal vez nuevos horizontes de mejores y mayores retos…

No sé si podamos continuar escribiendo…quizás aumente la restricción mañana...amanecerá y tampoco sabemos si lo veremos.

@susanamorffe


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