jueves, 18 de octubre de 2018

ENTREVISTA


Florenmary Rosas comienza una doble vida
Es médico ocupacional en el Servicio Médico de la Gobernación del estado Nueva Esparta. Graduada en la Universidad Central de Venezuela.  Escuela Vargas, año 2016.

Así como se estrenó en la Medicina, en pocos meses formará parte de las estadísticas materno-infantil, cuando su hija, la primera, venga al mundo y le toque viajar fuera de Venezuela, debido a las circunstancias críticas de los médicos y las madres en el país.

-Cuando me gradué  mi sueño era quedarme en mi país -confiesa- porque uno se forma para brindarle servicio a su gente y a su prójimo, pero las condiciones son demasiado, no solo que no da para vivir como médico, es la impotencia de querer ayudar y no poder.

-¿Lamenta no contribuir con el país?
- No es que el médico se va porque quiere ser millonario en otro país, sino que es un riesgo para nosotros como médico legal manejar un paciente. A veces nos vemos en la necesidad de meter  a un paciente a quirófano sin los derivados para transfundirlo, eso es un riesgo y al poner las cosas en una balanza, se debe decidir o te operas o te mueres, entonces no queda de otra que asumir el riesgo en condiciones deplorables y al presentarse un problema es responsabilidad del médico.

Lleva siete meses de embarazo y sigue trabajando en el Servicio Médico con muchas limitaciones instrumentales.

-En servicios médicos nos dedicamos a la convalidación de los reposos de los empleados, consultas médicas tanto para activos como jubilados, ellos cuentan con su consulta médica, atención primaria y en lo que podemos ayudar porque estamos cortos de recursos. Hay procedimientos que no podemos llevar a cabo aquí, pero al menos cuentan también con su referencia cuando necesitan ir al seguro o cualquier valoración para otra especialidad, bien sea laboratorio o perfil 20, todo eso lo buscan por aquí.

-¿Otras carencias en el servicio?
-Actualmente estamos llenando planillas de incapacidad, prestamos apoyo a los empleados en la Gobernación, incluidos los institutos autónomos que dependen de este organismo. Pero no contamos con los primeros auxilios para colocar inyección o en caso de una crisis de asma no hay nebulizador. Anteriormente Consulmed nos prestaba apoyo en atención ambulatoria.

-¿Cuál es su diagnóstico de la salud en general?
-En Nueva Esparta como a nivel nacional, estamos  viviendo una crisis humanitaria de salud importantísima y súper grave porque como todos sabemos, a veces no es suficiente el apoyo médico como recurso humano, también son necesarios los recursos materiales, ya sea medicinas y sus derivados, se nos ha hecho muy difícil conseguirlos, por más apoyo humanitario, hay muchas cosas que se escapan de las manos de un médico que no podemos solventar.

-¿Las consecuencias?
-Han regresado enfermedades que ya estaban erradicadas, por ejemplo el paludismo, aquí en Nueva Esparta jamás se nos había acabado el tratamiento para esa enfermedad porque era un caso esporádico que se veía, la difteria gracias a Dios no se propagó para afectarnos de manera notoria, estaba erradicada hace años y regresó por el problema de las vacunas, si nosotros ponemos las vacunas completas de difteria desde la infancia nadie sufriría.

-¿Cuál es su opinión sobre el salario impuesto por el Gobierno nacional?
-Es grave, sobre todo para aquellos empleados que tienen años prestándole servicio a nuestra nación y tengan un sueldo que de por sí no va alcanzar ni siquiera con las tablas salariales, debido a la inflación que tenemos en el país. Lo veo mucho más grave con un sueldo mínimo para quien estudió y se dedicó tantos años a la nación, y tener que conformarse,  además que no le reconozcan sus estudios cuando son esfuerzos que uno dedica.

-¿Eso la motivó a buscar otro rumbo fuera del país?
-Nunca pensé salir del país por una situación como esta, por supuesto que no, me negué hasta el año pasado que fue cuando me retiré del postgrado que estaba haciendo en la Maternidad Concepción Palacios y las condiciones eran deplorables. La situación es tan critica que en el país uno se termina formando mal porque solo aprendes a resolver con lo que hay, mas no con el deber ser y terminas siendo un médico empírico.

-¿Triste o frustrada?
-Triste porque dejo a mi gente y frustrada porque no estudié para esto que está sucediendo y menos para irme del país.Todos sabemos que la situación afuera es difícil. Gracias a Dios el médico venezolano es valorado afuera en algunos casos y nosotros tuvimos un país muy productivo que nos hizo profesionales de excelencia y se ha demostrado a nivel mundial que el venezolano tiene la capacidad de ejercer cualquier cargo en el extranjero y donde lo pongan, porque tenemos universidades de calidad que en su momento se pudo lograr.

-Feliz alumbramiento y buen viaje…

@susanamorffe
Fotos: José Ángel Moreno









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