Vagancia
revolucionaria
Por: Susana
Morffe
Todo venezolano
mayor de edad y en plenas facultades, reconoce que la vagancia fue instituida
durante los maltrechos años del revolcón socialista, copia fiel y exacta de la
cubana. Los jóvenes venezolanos engendrados en la nefasta historia de estos
últimos años, han tenido que emigrar para buscar trabajo porque ni la chamba socialista
cubrió sus expectativas.
Es que ser
vago fue un oficio adquirido en la sociedad venezolana a la falta de empleo,
pero generó en la administración pública
el reposerismo del cual muchos se aprovecharon para cobrar sin trabajar. De esa
práctica conoce mucho un fulano de tal, cuando su primera conducción en el país
fue el vagón del Metro de Caracas, obra finalizada en la mal llamada Cuarta
República.
Hoy en día
esa vagancia se ha traducido en una agobiante vida para los venezolanos que
deben trajinar su quehacer diario con la escasez alimentaria, electricidad,
agua, gas, dinero en efectivo y parálisis total de los medios de producción,
mientras unos pocos se llenan los bolsillos.
En el país
la vagancia comienza desde las fuentes de poder, han paralizado el país, no hay
obras realizadas debido a la fuerte ocupación de los actos de corrupción.
Cuando un
vago señala a otros ciudadanos que sí trabajan con las uñas para ayudar a salir
adelante a grupos sociales en lamentable estado de vulnerabilidad, se entiende
que el promotor de la vagancia está en una condición de discapacidad absoluta y
condenado a un diván con camisa de fuerza.
Venezuela,
con las mayores reservas de petróleo del mundo, se encuentra en un colapso
industrial y económico incomparable. De modo que el país está atacado por un
grupito de vagos que mantienen asediados a los pocos que desean trabajar y
salir a flote de la profunda selva.
En clara
defensa de los ciudadanos honorables, bien dijo el mandatario del estado Nueva
Esparta Alfredo Díaz, en referencia a los vagos, “son quienes por omisión y
corrupción han destruido este país”. La pregunta es: ¿Están o no del lado de la
vagancia revolucionaria?
@SusanaMorffe