La palabra “cola” es sinónimo de pobreza, escasez, y violencia y la tenemos instaurada con el régimen porque no se da abasto con los errores cometidos para mantener la producción de un país tan próspero como fue Venezuela. En lugar de abastecer con alimentos a los supermercados envía a la GNB a frenar el legítimo desespero del pueblo en busca de comida, con precios atómicos.
Desde la segunda semana del primer mes del año 2015, el recurrente problema de escasez de alimentos y medicinas, recrudeció con anaqueles vacíos. A la par un anuncio que no fue anunciado por el régimen sobre nueva medidas económicas y sigue siendo el anuncio mejor guardado, mientras la población siente el miedo que tienen los voceros autorizados para terminar de poner la guinda en la torta, mal preparada por cierto.
Como mal preparado también resultó el ridículo canje del preso político Leopoldo López por otro preso político en Estados Unidos, un subversivo reclamado por Venezuela, sin tener arte ni parte en las acciones del puertorriqueño Oscar López Rivera, es decir López por López, pelo a pelo como sostuvo el mandatario del régimen y cuya propuesta inútil fue rechazada de inmediato por el imperio de los Estados Unidos. En Cuba llevan rato dejando libres a los presos del régimen.
Para sumar las desgracias está sobre el tapete la electricidad y el anuncio de nuevos racionamientos, elevadísima inflación, pésimos o inexistentes servicios médicos, mecánicos y de producción. Cabe decir, la recesión más espeluznante en la vida de nuestra república atrasada y pobre del siglo XXI. Margarita, la perla del caribe, se encuentra en la situación más deplorable de su historia comercial y turística y el gobernante del régimen local se diluye en promesas incumplidas en esta isla rodeada de miseria.
Venezuela es un hervidero y los recursos continúan en baja por los precios del petróleo a lo que el régimen “inmaduro” no le quedó otra que recurrir al imperio chino a solicitar préstamo y llorar en los países árabes. Venezuela convertida en la bodeguita latina pedilona y la que se deja el lujo de gastar en un viaje dólares a montón, sin contemplar las necesidades del pueblo. En estos momentos somos esclavos de los chinos por lo que les debemos y por los despojos de las riquezas venezolanas. Chino no come cuentos, sino arroz asegurado.
La despiadada tortura contra la libertad de expresión es el plato fuerte en Venezuela a propósito de la masacre en Francia. Por tantas calamidades internas la convocatoria a elecciones en el país es una obligación debido a la falta de liderazgo. Pero el más letal de los ataques del régimen contra todos sigue siendo el estrés, esclaviza y va mermando la existencia de los venezolanos. La debacle es un hecho y tenemos una advertencia diaria, guardar silencio es la manera de morir ante la tiranía.
@susanamorffe
No hay comentarios.:
Publicar un comentario