El único que cumple las metas en el país es el SENIAT, por lo tanto pedimos a los gobernantes que nos devuelvan nuestro dinero, porque en un país quebrado nadie puede pagar impuesto, el dinero es del pueblo y el pueblo pasa hambre, cansado de la pobreza distribuida en gotas de sangre por el aumento de la delincuencia.
El pueblo reclama el retorno de la vida productiva de la nación, más empleo, mejor salario, con universidades autónomas, libre empresa y restituir el valor de nuestra moneda. Queremos una Venezuela libre, soberana y el regreso de todos los talentos que se fueron del país para construir una patria nueva.
Millones de venezolanos exigimos el cese de funciones de todos los involucrados con el narcotráfico, solicitamos nuevas elecciones manuales y la liberación de los presos políticos.
Venezuela clama por paz y seguridad
@susanamorffe
sábado, 25 de julio de 2015
sábado, 18 de julio de 2015
DEL VERBO INHABILITAR
“Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir” Fernando Savater
Hoy se habla de terrorismo de estado, doméstico, político, criminal, diplomático, fronterizo y el más vulnerable de todos actualmente es el terrorismo alimenticio. Cuando enfrentamos en el mundo y particularmente en Venezuela todos estos fenómenos sociales, derivados del modo que cada quien quiere manejar situaciones críticas y no críticas, estamos frente a una inhabilitación. Así se podría entender debido a que todos los mayúsculos problemas que llenan las páginas de los periódicos en este siglo, son producto del empeño en manejar a otros como les venga en gana, incluida la vida de las personas.
Ante la fragilidad de los que no ostentan el poder, otros asoman la estrategia de inhabilitar a los más indefensos para humillarlos y exponerlos al desprecio público. Como consecuencia de las inhabilitaciones crece el terrorismo. Ejemplos en este sentido de los problemas mundiales los tenemos en Siria con una guerra que ha exterminado a una porción de seres humanos, las balas, misiles y atrocidades, crecen como palomitas de maíz. En Venezuela el exterminio viene dado por la inhabilitación del sistema para enfrentar el hampa, no es capaz el régimen de actuar con poder para controlar tantas muertes como si se tratara de la guerra en Siria.
Tan evidente es la inhabilitación del sistema que procura desenterrar una inhabilitada frontera entre Guyana y Venezuela con infinidad de años en disputa, todo para tenerla como un escudo y frenar lo que está detrás del agudo problema limítrofe. Cuando el difunto comandante comenzaba a mover sus tentáculos foráneos, salió a la luz pública el asunto entre Guyana y Venezuela, incluso se realizaron foros, discusiones, libritos de expertos autorizados y de otros para ganar espacios políticos. Aquí estamos de nuevo en el mismo punto inicial, pero con una característica distinta, el régimen se desploma y la mejor bandera para ayudar a la flota es revivir la disputa, haciendo llamados a otros países, Unasur, Mercosur y todo lo que se pueda agregar para tener fuerza en las expresiones patrioteras, ideológicas, socialistas y pare de contar.
Al conocer ampliamente el significado del verbo inhabilitar, en Venezuela igualmente en el mundo, estamos todos inhabilitados. Los organismos y personajes internacionales están potencialmente inhabilitados para inmiscuirse en los asuntos de distintos países. La empresa privada en Venezuela está inhabilitada, los medios de comunicación, la producción agrícola, tecnológica y de suministros para el mercado automotor, están siendo inhabilitados poco a poco, profesionales, amas de casa, estudiantes y para ejercer cargos públicos, hemos sido inhabilitados para tales acciones.
La vida diaria en todos sus contextos hay que asumirla como inhabilitados por una gran cantidad de situaciones, primero por manos impuestas y en segundo lugar por nosotros mismos que permitimos las inhabilitaciones, ¿recuerdan la luz eléctrica? Me daría gusto equivocarme.
Donald Trump, con todos sus millones, Barack Obama con todo su poder, “El Chapo” con su arsenal de drogas y numerosos personajes poderosos, también viven en un mundo de inhabilitaciones. Lo que nos separa de ellos, al común de los mortales, es el poder del poder, el poder del dinero y sus habilidades, de resto son tan vulnerables como el “colocado” que no sabe lo que es gobernar a Venezuela. Si les quitan el portaaviones que tienen como salvavidas, simplemente, se caen. No es tampoco muy difícil y remoto que suceda.
Podríamos ver, en poco tiempo, a unos cuantos oficiantes del poder súper inhabilitados por sus extraños modos de conducir lo que tienen supuestamente bajo su “control”. Un experimentado marinero podría indicar que hay un cambio en la dirección del viento.
@susanamorffe
Hoy se habla de terrorismo de estado, doméstico, político, criminal, diplomático, fronterizo y el más vulnerable de todos actualmente es el terrorismo alimenticio. Cuando enfrentamos en el mundo y particularmente en Venezuela todos estos fenómenos sociales, derivados del modo que cada quien quiere manejar situaciones críticas y no críticas, estamos frente a una inhabilitación. Así se podría entender debido a que todos los mayúsculos problemas que llenan las páginas de los periódicos en este siglo, son producto del empeño en manejar a otros como les venga en gana, incluida la vida de las personas.
Ante la fragilidad de los que no ostentan el poder, otros asoman la estrategia de inhabilitar a los más indefensos para humillarlos y exponerlos al desprecio público. Como consecuencia de las inhabilitaciones crece el terrorismo. Ejemplos en este sentido de los problemas mundiales los tenemos en Siria con una guerra que ha exterminado a una porción de seres humanos, las balas, misiles y atrocidades, crecen como palomitas de maíz. En Venezuela el exterminio viene dado por la inhabilitación del sistema para enfrentar el hampa, no es capaz el régimen de actuar con poder para controlar tantas muertes como si se tratara de la guerra en Siria.
Tan evidente es la inhabilitación del sistema que procura desenterrar una inhabilitada frontera entre Guyana y Venezuela con infinidad de años en disputa, todo para tenerla como un escudo y frenar lo que está detrás del agudo problema limítrofe. Cuando el difunto comandante comenzaba a mover sus tentáculos foráneos, salió a la luz pública el asunto entre Guyana y Venezuela, incluso se realizaron foros, discusiones, libritos de expertos autorizados y de otros para ganar espacios políticos. Aquí estamos de nuevo en el mismo punto inicial, pero con una característica distinta, el régimen se desploma y la mejor bandera para ayudar a la flota es revivir la disputa, haciendo llamados a otros países, Unasur, Mercosur y todo lo que se pueda agregar para tener fuerza en las expresiones patrioteras, ideológicas, socialistas y pare de contar.
Al conocer ampliamente el significado del verbo inhabilitar, en Venezuela igualmente en el mundo, estamos todos inhabilitados. Los organismos y personajes internacionales están potencialmente inhabilitados para inmiscuirse en los asuntos de distintos países. La empresa privada en Venezuela está inhabilitada, los medios de comunicación, la producción agrícola, tecnológica y de suministros para el mercado automotor, están siendo inhabilitados poco a poco, profesionales, amas de casa, estudiantes y para ejercer cargos públicos, hemos sido inhabilitados para tales acciones.
La vida diaria en todos sus contextos hay que asumirla como inhabilitados por una gran cantidad de situaciones, primero por manos impuestas y en segundo lugar por nosotros mismos que permitimos las inhabilitaciones, ¿recuerdan la luz eléctrica? Me daría gusto equivocarme.
Donald Trump, con todos sus millones, Barack Obama con todo su poder, “El Chapo” con su arsenal de drogas y numerosos personajes poderosos, también viven en un mundo de inhabilitaciones. Lo que nos separa de ellos, al común de los mortales, es el poder del poder, el poder del dinero y sus habilidades, de resto son tan vulnerables como el “colocado” que no sabe lo que es gobernar a Venezuela. Si les quitan el portaaviones que tienen como salvavidas, simplemente, se caen. No es tampoco muy difícil y remoto que suceda.
Podríamos ver, en poco tiempo, a unos cuantos oficiantes del poder súper inhabilitados por sus extraños modos de conducir lo que tienen supuestamente bajo su “control”. Un experimentado marinero podría indicar que hay un cambio en la dirección del viento.
@susanamorffe
sábado, 11 de julio de 2015
EL APLIQUE DE EVO
No están obligados a entender y considerar mi malestar, cada quien drena su angustia o el “rollo” de acuerdo a los instrumentos que tiene a la mano. Me conformo con la potencialidad que tiene la paz y mi alma acondicionada para soportar con tranquilidad los embates de la vida. Hoy ha correspondido instalarse en el país una vida tortuosa por demonios desatados en personas que a base de mentiras intentan controlar a Venezuela con fecha de caducidad. El actual es tan perverso que seguidores de la nefasta revolución adoran al difunto, quien fue menos malo de lo que tenemos ahora, según ellos.
En la semana que terminó hubo noticias nacionales e internacionales que han abonado el terreno para el horror y descontrol colectivo, suma más individualidad en una suerte de autoprotección, así tenemos que cada quien va cuidando su “parcela” sin importar la de otros. El individualismo crece en nuestra sociedad como un monstruo gigante que camina y aplasta lo que encuentre, no hay razonamiento, ni consideración. Estados Unidos y Venezuela están cabeza a cabeza en materia de individualismo como fenómeno social. Tanto es así, que el patriarca del Vaticano en su reciente gira por países latinoamericanos, menos Venezuela, llamó a salir del individualismo.
Cuando se aborda el tema de la crisis, ésta comienza por desmembrar los valores de la estructura humana y cada vez el “monstruo” va aniquilando todo ser viviente o alguna cosa que se mueva, como obstáculo para avanzar en su afán de apoderarse de todo contra todos. El pequeño monstruo boliviano lanzó sus coca-flechas, como un veterano por su origen en este tipo de armas, intentando acaparar la atención del mundo y de los locuaces comunistas regados minoritariamente en nuestro planeta, así pretendió deslumbrar y poner en evidencia su ignorancia supina que, por lo contrario, recibió el más enérgico rechazo al colocar una hoz y martillo en la cruz del Redentor. Evo y su combo de amigos son un injerto de Rastafari con Ku Klux Klan, Sendero Luminoso y cuanto bicho extraño ideológico ha nacido en el mundo.
El tirador de flechas sigue obnubilado por sus creencias fariseas de que el mundo tendrá que ser poseído por el comunismo, como religión y poder político. No hay nada más hostil que habitar en un desierto como lo es Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Argentina y Venezuela, países empeñados en darle vigencia a un sistema obsoleto donde los recursos son escasos y la vida resulta difícil. En esa onda desértica también se ubican los equivocados que aparentan lo que no es, así tenemos supuestos doctores, maestros, políticos y gobernantes a los que les falta legitimidad. El asunto no se queda solamente en ese punto, además hay que tener autenticidad y credibilidad para arrogarse un título en un quehacer.
No solo por tener cierto poder se llega a creer que se agarra la sartén por el mango. Los más creídos también se derrumban. Es la razón por la que no se puede ser tan “evo” como para apabullar a los que son auténticos seguidores de la verdad. Cuentos de caminos son los que cada día inventan y están atados a una cuerda muy frágil y fácil de romper. Un ejemplo de esa fragilidad es el cuento de la guerra entre Guyana-Venezuela y Colombia-Venezuela ¿Por qué no la terminan de hacer o concluir? Es la manera de dar el “pan de cada día” a la escuálida mesa del pueblo, que no ve luz en la economía de los comunistas, como estrategia que están aplicando para rendir el tiempo que les queda. El refrán callejero expresa: “quien a hierro mata a hierro muere”; pues con la hoz y el martillo quedarán aniquilados los comunistas, cada quien tendrá lo suyo, incluidos los que alaban a Jesús y son los Judas del siglo XXI. Sobran episodios en la Biblia donde Dios utilizó y utiliza las herramientas de los enemigos para su propia destrucción. Yo no sigo a Evo, sigo a Dios. Hay maneras de no ser tan inmaduros y tan evo…
@susanamorffe
En la semana que terminó hubo noticias nacionales e internacionales que han abonado el terreno para el horror y descontrol colectivo, suma más individualidad en una suerte de autoprotección, así tenemos que cada quien va cuidando su “parcela” sin importar la de otros. El individualismo crece en nuestra sociedad como un monstruo gigante que camina y aplasta lo que encuentre, no hay razonamiento, ni consideración. Estados Unidos y Venezuela están cabeza a cabeza en materia de individualismo como fenómeno social. Tanto es así, que el patriarca del Vaticano en su reciente gira por países latinoamericanos, menos Venezuela, llamó a salir del individualismo.
Cuando se aborda el tema de la crisis, ésta comienza por desmembrar los valores de la estructura humana y cada vez el “monstruo” va aniquilando todo ser viviente o alguna cosa que se mueva, como obstáculo para avanzar en su afán de apoderarse de todo contra todos. El pequeño monstruo boliviano lanzó sus coca-flechas, como un veterano por su origen en este tipo de armas, intentando acaparar la atención del mundo y de los locuaces comunistas regados minoritariamente en nuestro planeta, así pretendió deslumbrar y poner en evidencia su ignorancia supina que, por lo contrario, recibió el más enérgico rechazo al colocar una hoz y martillo en la cruz del Redentor. Evo y su combo de amigos son un injerto de Rastafari con Ku Klux Klan, Sendero Luminoso y cuanto bicho extraño ideológico ha nacido en el mundo.
El tirador de flechas sigue obnubilado por sus creencias fariseas de que el mundo tendrá que ser poseído por el comunismo, como religión y poder político. No hay nada más hostil que habitar en un desierto como lo es Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Argentina y Venezuela, países empeñados en darle vigencia a un sistema obsoleto donde los recursos son escasos y la vida resulta difícil. En esa onda desértica también se ubican los equivocados que aparentan lo que no es, así tenemos supuestos doctores, maestros, políticos y gobernantes a los que les falta legitimidad. El asunto no se queda solamente en ese punto, además hay que tener autenticidad y credibilidad para arrogarse un título en un quehacer.
No solo por tener cierto poder se llega a creer que se agarra la sartén por el mango. Los más creídos también se derrumban. Es la razón por la que no se puede ser tan “evo” como para apabullar a los que son auténticos seguidores de la verdad. Cuentos de caminos son los que cada día inventan y están atados a una cuerda muy frágil y fácil de romper. Un ejemplo de esa fragilidad es el cuento de la guerra entre Guyana-Venezuela y Colombia-Venezuela ¿Por qué no la terminan de hacer o concluir? Es la manera de dar el “pan de cada día” a la escuálida mesa del pueblo, que no ve luz en la economía de los comunistas, como estrategia que están aplicando para rendir el tiempo que les queda. El refrán callejero expresa: “quien a hierro mata a hierro muere”; pues con la hoz y el martillo quedarán aniquilados los comunistas, cada quien tendrá lo suyo, incluidos los que alaban a Jesús y son los Judas del siglo XXI. Sobran episodios en la Biblia donde Dios utilizó y utiliza las herramientas de los enemigos para su propia destrucción. Yo no sigo a Evo, sigo a Dios. Hay maneras de no ser tan inmaduros y tan evo…
@susanamorffe
domingo, 5 de julio de 2015
¿TÚ SABES QUIÉN VA A GANAR?
En Venezuela se presentan situaciones particulares y los menos entendidos manifiestan que son insólitas, los más eruditos piensan que son razonables por determinadas circunstancias y los pocos interesados, al menos se pronuncian para asignar que el país tiene lo que se merece. Así de profundo es el “jaleo” que se desarrolla en una charla sobre política nacional y sus derivados.
¿A quién le importa por dónde van los tiros? Parece que detenerse en el asunto no es lo más importante, sino la manera de llegar para destruir y desfasar del territorio a los que han usurpado los derechos, deberes y las estructuras del poder. Muy pocos del común de los mortales se detiene a pensar por qué han sucedido fenómenos electorales en el país como consecuencia de los vaivenes de nuestra historia refrendada a diario. Se exclama: “Vota aquí”, “aquellos son, no digo malos, crueles”, “vende patria” o “hay que sacarlos”; otros invitan a arrimarse al mingo porque la escasez ya tiene nombre y apellido y pretenden ahogar en la pobreza el país.
En el alboroto que se arma por la situación en Venezuela con el corre-corre diario, amas de casa en extremo agotamiento físico buscando alimentos para sus hijos, los transportistas mentando a la que es y no es, médicos en apuros, bachaqueros formando su cámara de comercio particular, políticos y artistas hablando disparates con un libreto que ni el mejor director de telenovelas hubiera imaginado, aberraciones que han sido extraídas de películas y superan a la ficción, matazón de personas que ni Cool McCool con su lema: “Yo amo el peligro” hubiera soñado, así el país va lento y con saltos de rana. En el patio trasero otro poder, el municipal, hace malabares, atacan y también son atascados los que intentan subir un peldaño, demuestran que son “el ombligo del mundo”, pero sin vasos comunicantes.
En esta especie de pantomima colectiva, solo una persona va actuando en silencio para luego emerger como el gran gurú, el que cree arreglará a Venezuela y un poco más allá. Lo hizo el líder eterno, luego le sobrevivió el que menos se esperaba. Si nos volvemos a la historia más antigua, existió un Juan Vicente Gómez, alias “el bagre”, ignorante dictador que superó a otros por los años en el poder. En un “descuido” de su compadre Cipriano Castro, alias “el cabito”, Gómez se montó en el solio de la Casa de Misia Jacinta. En realidad, un poco más atrás la hegemonía militar ha sido una constante en Venezuela. Anterior a Marcos Pérez Jiménez hubo otros flameando su gorra militar y, sin querer queriendo, actuaron con el quítate tú pa´ponerme yo. Así ha ocurrido y seguirá, como lo vemos ahora con el fracaso de un civil mal puesto y las apetencias en la milicia de volver con tradición a gobernar el país.
Las esperanzas de muchos ciudadanos venezolanos están fijas en la próxima elección del parlamento, valiosa oportunidad para sacar o salir de la peor peste revolucionaria instalada en Venezuela, desde aquel “por ahora” y del mandato del hombre del bigotón con gorra, (28 años mandando) ambos en el más allá. Cómo le encanta al venezolano una gorra militar esperando de los eternos estrellados la emancipación en Venezuela.
Al hablar entre nosotros, ¿realmente sabemos quién va a llegar al corrompido trono de Miraflores? ¿Cuáles son las perspectivas genuinas de cada uno? Hay momentos de colocar la cabeza sobre la almohada en el descanso y preguntarnos: ¿Será que el próximo presidente está actuando en silencio y no lo vemos y tampoco lo sabemos? Tal vez, hace rato, el próximo caudillo está entre nosotros calladamente, otras veces vociferando, pero dando pasos certeros porque ya conoce el monstruo por dentro. No es una acción mágica, una persona romperá con todos los esquemas, según los expertos. Si así es o fuera, ¿quién podría ganar la presidencia en Venezuela? No pierdan de vista a los actores de reparto del teatro. Uno de ellos gobernará por un corto tiempo, es tradición, pero ese personaje no tendrá derecho a quitarnos la paz. Un pueblo firme es capaz de ser más ancho ante su peor momento.
@susanamorffe
¿A quién le importa por dónde van los tiros? Parece que detenerse en el asunto no es lo más importante, sino la manera de llegar para destruir y desfasar del territorio a los que han usurpado los derechos, deberes y las estructuras del poder. Muy pocos del común de los mortales se detiene a pensar por qué han sucedido fenómenos electorales en el país como consecuencia de los vaivenes de nuestra historia refrendada a diario. Se exclama: “Vota aquí”, “aquellos son, no digo malos, crueles”, “vende patria” o “hay que sacarlos”; otros invitan a arrimarse al mingo porque la escasez ya tiene nombre y apellido y pretenden ahogar en la pobreza el país.
En el alboroto que se arma por la situación en Venezuela con el corre-corre diario, amas de casa en extremo agotamiento físico buscando alimentos para sus hijos, los transportistas mentando a la que es y no es, médicos en apuros, bachaqueros formando su cámara de comercio particular, políticos y artistas hablando disparates con un libreto que ni el mejor director de telenovelas hubiera imaginado, aberraciones que han sido extraídas de películas y superan a la ficción, matazón de personas que ni Cool McCool con su lema: “Yo amo el peligro” hubiera soñado, así el país va lento y con saltos de rana. En el patio trasero otro poder, el municipal, hace malabares, atacan y también son atascados los que intentan subir un peldaño, demuestran que son “el ombligo del mundo”, pero sin vasos comunicantes.
En esta especie de pantomima colectiva, solo una persona va actuando en silencio para luego emerger como el gran gurú, el que cree arreglará a Venezuela y un poco más allá. Lo hizo el líder eterno, luego le sobrevivió el que menos se esperaba. Si nos volvemos a la historia más antigua, existió un Juan Vicente Gómez, alias “el bagre”, ignorante dictador que superó a otros por los años en el poder. En un “descuido” de su compadre Cipriano Castro, alias “el cabito”, Gómez se montó en el solio de la Casa de Misia Jacinta. En realidad, un poco más atrás la hegemonía militar ha sido una constante en Venezuela. Anterior a Marcos Pérez Jiménez hubo otros flameando su gorra militar y, sin querer queriendo, actuaron con el quítate tú pa´ponerme yo. Así ha ocurrido y seguirá, como lo vemos ahora con el fracaso de un civil mal puesto y las apetencias en la milicia de volver con tradición a gobernar el país.
Las esperanzas de muchos ciudadanos venezolanos están fijas en la próxima elección del parlamento, valiosa oportunidad para sacar o salir de la peor peste revolucionaria instalada en Venezuela, desde aquel “por ahora” y del mandato del hombre del bigotón con gorra, (28 años mandando) ambos en el más allá. Cómo le encanta al venezolano una gorra militar esperando de los eternos estrellados la emancipación en Venezuela.
Al hablar entre nosotros, ¿realmente sabemos quién va a llegar al corrompido trono de Miraflores? ¿Cuáles son las perspectivas genuinas de cada uno? Hay momentos de colocar la cabeza sobre la almohada en el descanso y preguntarnos: ¿Será que el próximo presidente está actuando en silencio y no lo vemos y tampoco lo sabemos? Tal vez, hace rato, el próximo caudillo está entre nosotros calladamente, otras veces vociferando, pero dando pasos certeros porque ya conoce el monstruo por dentro. No es una acción mágica, una persona romperá con todos los esquemas, según los expertos. Si así es o fuera, ¿quién podría ganar la presidencia en Venezuela? No pierdan de vista a los actores de reparto del teatro. Uno de ellos gobernará por un corto tiempo, es tradición, pero ese personaje no tendrá derecho a quitarnos la paz. Un pueblo firme es capaz de ser más ancho ante su peor momento.
@susanamorffe
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