sábado, 3 de octubre de 2015

CÓMO SALIR DEL LABERINTO

Los meses y días pasan rápido junto a la incertidumbre por conocer, saber o tener la certeza de lo que va a ocurrir al final de la crisis que atraviesa Venezuela en todas sus instancias. Algunos abrigan la esperanza a través de una gran concertación política para dar espacio a la reconciliación como ocurrió con el Pacto de Punto Fijo, décadas atrás. Los menos entusiastas visualizan peores consecuencias debido a que la historia actual luce más peligrosa que la de aquellos años de la dictadura militar perejimenista.
Se ha jugado hasta la exageración con las frases optimistas, pesimistas y lapidarias. Pareciera que nada va a detener lo que va a ocurrir, es algo muy contradictorio y nos estamos atreviendo a cambiar la historia y el destino del país. Se han cometido errores, pero buscar culpables es una necedad al conocer -para quienes han seguido el curso de la crisis- cómo se fueron dando los traspiés dentro de la vida democrática del país y derivar en el laberinto que hoy recorremos.

Venezuela es un barco de guerra donde se están preparando hombres y mujeres para pelear la batalla por la libertad. Del otro lado está otra nave de hombres y mujeres que asisten a un crucero de placer, con todas las comodidades y dinero para disfrutar. Son las estaciones incluidas en el laberinto venezolano.

Los acomodos de algunos dieron al traste con la ruina en la vida de otros. Hubo uno o varios culpables, pero no todo está perdido hasta que los equivocados hagan catarsis y se preparen para arreglar con responsabilidad la salida a la crisis. Lo que si necesitamos urgentemente es alguien que nos guie hacia lo correctamente necesario y levante la autoestima con los valores que hemos perdido. Resulta evidente que cada venezolano tenemos el compromiso de formar un país nuevo ¿Cómo lo vamos hacer?

Venezuela cuenta con personas calificadas, muy brillantes que pueden marcar las directrices para iniciar el cambio. Es cuestión de permitir que nos dirijan hacia un mejor puerto, no el más seguro, sino el menos vulnerable.

Los especialistas en materia económica hablan de eliminar definitivamente el control de cambio porque –según ellos- es la causa primordial de la crisis de valores que enfrentamos en todas las áreas de la vida social del país. El punto claro es que la economía es la que rige y ordena el rumbo del país.

La postura de señalar a los culpables o calificar peyorativamente a otros es el cuento del gallo pelón, de hecho culpables los hubo y los hay, no queda la mínima duda. Sin embargo, tampoco es sano obviar cómo se fueron dando los episodios y quiénes son los seguidores ¿Hay una salida? Claro que sí, pero quizás será una salida inesperada.

Como ciudadano común deberíamos acompañar con genuina humildad las buenas intenciones de las personas más capaces para corregir los errores y trabajar por el bien común, ofrecer nuestra mejor voluntad para ayudar adecuadamente y de manera centrada en lo que necesitamos y lo verdaderamente importante: Democracia, democracia y más democracia para salir del laberinto.

@susanamorffe

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