GENERACION DE VÍBORAS
Susana Morffe
Lo
que podemos entender sobre el elevado grado de violencia que se ha desatado en el país, es que hay unos
vencedores y los perdedores se resisten a aceptarlo y enfrentan, con armas y
otros dispositivos de guerra, su agonizante derrota, ante una avalancha de
población que ha demostrado, sin esconder nada, su propósito de liberación de
la esclavitud venezolana con el recurso más efectivo y no es otro que la paz.
Pensadores consideran que cada uno de nosotros tiene un motor y
tiene un freno. El motor es la voluntad; el freno es la conciencia. Si nos
falla el motor o la voluntad, nos
volvemos como muertos en vida. Somos pusilánimes, temerosos, tímidos, y estamos
vencidos. Si nos falla el freno, la conciencia, y nuestra voluntad corre sin
frenos, cometemos locuras.
En eso se basa esta guerra desatada en el país. Se están
cometiendo locuras por no permitir al adversario la victoria y para el otro
sincronizarse en el poder, siendo cada día más difícil la convivencia social.
¿Por qué sucede todo esto? Pienso que ninguna persona sensata se
equivocará al responder que lo que impera en Venezuela es un ego patológico, lo
cual no permite tener visión sobre las causas y consecuencias de este embrollo
tamaño familiar en los que nos han metido a todos.
La única verdad es que todos quieren gobernar, sea lo que sea y al
precio que cueste; lloran a los caídos pero la lucha sigue, no hay freno,
porque el que se para pierde. Entretanto el otro cree disponer de todo el
arsenal para el control de la población. Los organismos internacionales y
países preocupados, solo alcanzan a desear que la convivencia política se
arregle. Nada más. La solución está en el territorio y toma senderos
peligrosos.
Efervescente es la palabra que califica el ambiente ahora en todo
el país. No se pueden atajar las voluntades que están en la calle luchando por
su ideal de país democrático. Hambre, abusos, violencia, desigualdades, es lo
que va poco a poco creciendo en el espíritu de cada venezolano que amanece y
finaliza en la calle. Se rompieron los moldes de acuerdos y respeto, debido a
la soberbia fuerza militar mixta en el país, con ordenes de deslastrar a los
nacionales y auténticos venezolanos.
La situación ha roto los moldes por el ataque despiadado militar.
Ante esas acciones un joven se desnuda frente a una tanqueta para pedir no más
bombas lacrimógenas y es atacado con perdigones; una mujer
valiente en claro desafío se coloca frente a otra tanqueta con el mismo fin de
apaciguar la bestial respuesta militar y consigue ser atrapada como
delincuente. Al tiempo, venezolanos no midieron mermar su salud y se lanzaron
al putrefacto río Guaire para salvarse del ataque militar. La represión en continua marcha y acaban con la vida de jóvenes y
ancianos despiadadamente.
Estos y otros episodios cargados de la mayor crueldad la estamos
viviendo a diario. Nadie sabe a ciencia cierta cuál será el final de la lucha.
Muchos presumen una guerra civil, no se descarta otras confrontaciones entre
países. Ciertamente, son los tiempos más crueles para Venezuela, ha sobrepasado y está
desbocada en las calles la generación de víboras que tiene un solo fin: el
exterminio.
Todos mandan y gobiernan, pero ninguno se detiene porque la
ceguera colectiva, entre militares, políticos, empresarios y población, ha
tomado el poder para el bien o para el mal. Sobre el país todos somos
importantes, pero ¿Quiénes sobran?
@susanamorffe
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