lunes, 23 de febrero de 2015

EL MIEDO ES TUYO

Revisando las expresiones que han sido publicadas en los pocos medios de comunicación libres que quedan y en los encadenados con el régimen, se nota un miedo obsesivo, apabullante, dentro de la esfera del poder. Se relaciona, según la psicología profunda, con un conflicto básico inconsciente no resuelto y el aflojamiento de esfínteres.
Siendo así tan claro, se entiende la razón de titulares como estos: “¡Hermanos, ayúdenme!”, es el llamado que el mandatario hace a países de América Latina y el Caribe, a la Unasur y a la Celac a solidarizarse con su gobierno frente a la "agresión" que “estamos sufriendo desde Estados Unidos”. (TalCual 21-02-2015) Nadie le ha hecho caso, pero él advirtió que presentará pruebas esta semana de un supuesto golpe de estado y un complot internacional.
En estos momentos el “miedometro” en el país marca un récord de altísimo voltaje. La receta más reciente que le dio el comando cubano “al colocado” fue imprimir más miedo entre los venezolanos. En eso, ellos son expertos para el entrenamiento de soldados en el ámbito castrense y les ha resultado a lo largo de 50 años y más en el poder, y ellos lo aplican esclavizando a los pueblos.
Pues el de aquí tomó apuntes de cada uno de los ingredientes de la receta en un encuentro con Fidel Castro, según publica Diario de Cuba, para verter en el país su endemoniada acción, con la detención del alcalde metropolitano en la ciudad de Caracas, antes al dirigente de Voluntad Popular y amenazas contra otros opositores. Por lo que estamos observando, en el fondo el régimen como que está intentando una mudanza de comandos opositores, ahora en Ramo Verde, por aquello del “Feng Shui” para cargar las energías. De otro modo no se entiende esta acción propia de la octavita de carnaval.
Las alertas de miedo del régimen se han trasladado a la ciudadanía, por eso se entra en lo que se llama "situación de estrés", hay palpitaciones, sudoración, vasodilatación, respiración profusa y acelerada, dilatación de las pupilas y sensación de peligro constante, explican los especialistas. Pero el régimen no contaba con la reacción de la gente y por eso el “miedometro” alcanzó su nivel más alto. Gente en la calle vociferando y reclamando los derechos pisoteados por la tolda de galápagos, cargados con señalamientos por operaciones dudosas dentro y fuera del país.
Toda esa energía del miedo llegó a su locuaz manifestación al arremeter con el personaje que mantiene, a duras penas, la economía alimenticia del país. Lo llamó “pelucón”, suponemos que no pudo controlar los esfínteres al decir: “o te decides a trabajar por el país o te vas”. El atacante posee un cerebro amenazado por su fracaso ante la eficiencia de otros, lo cual produce miedo.
No hay dudas de que la carga es demasiado pesada como para seguir navegando. El exceso de problemas en Venezuela y el sobrepeso como en cualquier embarcación, conduce al hundimiento hacia el fondo del mar. De tal manera que las amarras están del otro lado del charco, ya no pueden con el barco y el rumor va cobrando cada vez más fuerza. El país agonizando y es imperativo dejar de lado la jactancia y el orgullo para vivir sin miedo en democracia y con los votos cantados, sin cañería.

@susanamorffe

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