jueves, 25 de enero de 2018

TESTIMONIOS RELEVANTES

LOS ENANOS ELIGEN

Susana Morffe

No deja de vapulearme el país cada día, en la mañana, tarde y noche. Son continuas y agobiantes las penurias que todos los venezolanos estamos pasando desde que le cambiaron la frecuencia al país en 360 grados. Aquí nada funciona, excepto la cosa política, el juego perverso que mantienen oficialistas y opositores para ver quién se queda con el pedazo de coroto de Miraflores con olor nauseabundo.

Recientemente, el más pequeño de los enanos de Blanca Nieves, alzó la voz para decir: ¡Vamos a elecciones! Entonces el cuerpo de compadres y comadrejas aplaudieron a rabiar por la genial idea que evita, de gran manera, su desproporcionado fastidio de no hacer nada, solo atesorar. Con unas elecciones, el juego se hace más divertido y seguimos jugando unos años más, según el pensar de los enanos.

Así, los súbditos de la comarca se quedaron con la boca abierta, ojos espabilaos y cuerpo con semejanza al rigor mortis.

Nada que hacer, los dos bandos han celebrado la genial idea porque con ella se entierra a unas víctimas que levantaron pólvora por la masacre causada. Asimismo con tan brillante idea se esconde el desabastecimiento del país y hasta la dolarización que enfrenta la comarca todos los días.

Así es y el mejor ejemplo lo refiere un amigo de años, cuando cuenta que tuvo que detener su moto, su único vehículo para desplazarse en una isla que está semi paralizada a falta de unidades de transporte. La moto del amigo se quedó sin batería y se la venden en un local de la isla en 45 dólares; es decir, más de 12 millones de bolívares. El amigo optó por dejar parada su moto hasta que los enanos se diviertan con sus elecciones o pase otra cosa o no pase nada.

Un caso mas es el de otro amigo que requiere de un medicamento para medio estabilizar su enfermedad de Parkinson. En la comarca no se encuentra el medicamento y la vida del amigo peligra, ¿Quién podrá ayudarlo? No se vale responder con la figura de siempre, porque ese Chapulín está fuera de circulación.

Estamos viendo, tal vez, el final de esta película de horror que se comenzó a rodar en Venezuela hace 19 años atrás. No se trata del culebrón tele novelesco de “El Derecho de Nacer”. Se trata del derecho a vivir y morir en un país que nos perteneció y que ahora está en manos de una cuadrilla de locos enanos mentales que, en ambos bandos, quieren terminar de repartirse la cochina o la cochinada que van dejando.

Y como decía Napoleón: El que parte y reparte, le toca su Bonaparte.

@susanamorffe

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