Hoy día, el consejo de no hablar con desconocidos es una de las primeras cosas que inculcamos a nuestros pequeños, sean hijos, nietos, hermanos o niños de nuestras amistades, a todos les damos esa recomendación velando por su seguridad.
Cuando pensamos en eso nos viene a la mente los cambios que ha surgido y nos han hecho crecer en desconfianza y estar siempre alertas y prevenidos y olvidamos que ¡Si hay algo que es constante en esta vida, es el cambio!
¿Camino peligroso?
El camino hacia Emaús definitivamente no era un lugar peligroso. No ha de haber sido calificado de inseguro. Por ello, un desconocido se les acercó a Cleofás y el otro de ellos que iban caminando y comenzó a preguntarles y hacer conversación. Ellos al parecer estaban tan tristes y decepcionados por todo lo que había ocurrido que ni lo miraron. Pero nunca desconfiaron del desconocido, no se sintieron atemorizados de hablar con Él.
Al no ignorarlo, recibieron bendiciones
El desconocido tenía puntos de vista interesantes sobre los acontecimientos que habían experimentado. Pudieron haberlo ignorado y seguir el consejo de no hablar con desconocidos, pero le escucharon y sus corazones ardieron. El desconocido resultó ser Jesús y como estuvieron listos para escuchar y hablar con ese total desconocido, recibieron bendiciones.
Si lo buscas, estará ahí
Es lindo saber que en cualquier vereda que nos toque andar, Jesús puede estar. Si solo vamos caminando sin rumbo, es posible que algún acontecimiento que nos haya ocurrido nos traiga desilusión y pesar. Pero si buscamos a Jesús cuando estemos caminando por todos los senderos de esta vida, nuestros corazones sentirán Su presencia y nos sentiremos llenos y en paz.
¿No ardía nuestro corazón mientras conversaba con nosotros en el camino y nos explicaba las Escrituras?.Lucas 24:32 (NVI)
Elluz Peraza
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