domingo, 23 de febrero de 2020

Los tíos vivirán escondidos durante la dictadura

Opinión
Los tíos vivirán escondidos durante la dictadura
Juan José Márquez,  ciudadano, tío de Juan Guaidó, Presidente Encargado de Venezuela, al igual que su sobrino se encuentra en la palestra pública, por secuestro, preso y perseguido, sus lazos familiares con el presidente lo coloca en una jugada sucia del oficialismo, rechazada por más de 50 países que avalan la figura legítima presidencial del ingeniero Guaidó, menos los tíos españoles Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
¿A quién se le ocurrió detener a Juan José Márquez? Algunos apuntan hacia el segundo al mando, capitán con espuelas para asar cerdos o animalitos raros con los que jugaba en El Furrial. También pudo haber sido el mismo que dejó entrar a la mujer guerrillera al aeropuerto de Maiquetía, versión femenina de «Teminator», para atacar físicamente a Guaidó por AbraKadabra.
En esta sátira política el objetivo es entretener para dar más espacio y oxígeno al culebrón llamado revolución, el cual ya dejó de ser del siglo, ahora es de los pocos días restantes.
Como quiera que sea, el culebrón se está pasando de la raya y debe haber un modo de atajar los atropellos a familiares, sobretodo tíos de las figuras políticas. Así no es el juego, aunque sucio, pero tiene sus limitaciones.
El ciudadano Juan José Márquez, ¿qué hace en los tribunales burlescos del país? Pues nada. ¿De qué se le acusa?  Llevaba un bolígrafo Kilométrico de dudosa procedencia.
Esto consiste en molestar a Guaidó, provocarlo a un precio nada razonable. Por lo contrario, tal molestia tiene serias reacciones en otras latitudes y no debería dejar precedentes aquí, pues desataría una guerra innecesaria entre venezolanos.
El respeto debe prevalecer en los juegos de mesa y mucho más en el juego político. Obviamente, es exagerado pretender evitar los procedimientos cuando en el país se le ha dado luz verde a infinidad de atrocidades en contra de los ciudadanos decentes que se mantienen protestando por tanta barbarie.
Venezuela se encuentra en un proceso inflacionario, no solo económico, sino de aguante.
¿Habrá paciencia hasta que el cántaro o las cadenas se rompan? Comienza el conteo.
@SusanaMorffe

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